L.B. | 29.09.2022
El sacerdote Juan Melchor Seguí inició su ministerio como nuevo rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados en una eucaristía presidida por el obispo auxiliar de Valencia, Mons. Javier Salinas, el pasado domingo 25 de septiembre.
Al comienzo de la celebración, y antes de la eucaristía, Seguí entró en el templo acompañando por el obispo auxiliar Javier Salinas junto al obispo emérito de Zaragoza, Manuel Ureña, el obispo emérito de Orihuela- Alicante, Jesús Murgui, así como a varios sacerdotes, vicarios episcopales de la diócesis y el Cabildo de la catedral de Valencia. Los fieles que llenaban el templo le recibieron con un gran y emotivo aplauso.
Ya en el altar mayor, el nuevo rector firmó en el libro de honor de la Virgen de los Desamparados con una dedicatoria escrita en valenciano, que leyó en voz alta a los presentes. En ella pedía “la bendición de Dios y la intercesión de la Santísima Virgen para ser un digno servidor en esta casa de la Madre, para que sea la casa en la que todos los hijos se sientan acogidos y estimados y desde la que se difunda un auténtico aroma de caridad”.
Tras la firma, Seguí recibió la medalla de la Cofradía de la Virgen de los Desamparados, como prior de la misma. A continuación, el nuevo rector y todos los concelebrantes se revistieron con los elementos litúrgicos y recorrieron en procesión el exterior de la Basílica hasta la entrada principal.
De nuevo, en el interior del templo, el canciller secretario de la diócesis, José Francisco Castelló, leyó el nombramiento del nuevo rector, realizado por el cardenal Cañizares el pasado mes de mayo. Igualmente, el nuevo rector firmó su cargo ante todos los fieles y, tras cumplir con los ritos establecidos para el inicio de su ministerio, continuó la solemne eucaristía.
Una gran herencia
En la homilía, el obispo auxiliar de Valencia monseñor Javier Salinas destacó que la Basílica de la Virgen es el lugar “al que venimos a rogar, a veces heridos, otras con alegría, y tantas veces deseando no perder la confianza de sabernos siempre en manos de Dios y seguir adelante. Y ahí contamos con la intercesión de nuestra Madre”.
También recordó a Seguí que se incorpora “a una larga tradición de rectores y priores, algunos aquí presentes, y siempre hay que agradecer a todos el trabajo realizado”. Y le invitó a tener presentes las palabras dirigidas a Timoteo: “Hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre”. “Qué virtudes más importantes para vivir, para ser para los demás”, incidió. Y añadió: “recibes una gran herencia. Pide al Señor, a los pies de nuestra Madre, que te dé el corazón y la capacidad para llevar adelante esta misión”.
Tras la homilía, Juan Melchor Seguí renovó las promesas que hizo en su ordenación y se dirigió al sagrario, lo incensó y, al regresar, visiblemente emocionado, ocupó la sede presidencial desde la que ejercerá su ministerio.
La mejor capitana
El nuevo rector dirigió unas palabras a todos los presentes asegurando que inicia este “precioso ministerio” con “muchos retos” pero “al mismo tiempo supone una gran oportunidad” porque “el perdón de la indulgencia plenaria después de estos años oscuros de la pandemia debe suponer una renovación y un revulsivo para reiniciar con ilusión el buen combate de la fe para lograr llevar a Jesucristo a nuestros hermanos”. “Es lo que todos necesitamos ante tanta tristeza y frustración en nuestro mundo, y tanta infelicidad”, destacó.
Asimismo reconoció que este es un “año muy especial, por el Centenario de la Coronación, el Año Jubilar Mariano y la Gran Misión Diocesana, que debe suponer para todos nosotros un tiempo nuevo en el que Valencia se reencuentre con sus raíces cristianas” y que la devoción a la Mare de Déu suponga “un impulso para la regeneración que nuestro mundo y nuestra sociedad necesitan”.
Conforme manifestó durante la eucaristía, “sólo Jesucristo es capaz de llenar el corazón humano de sentido, de verdad, de alegría y de felicidad” e invitó a “ponernos todos manos a la obra guiados por tan tierna Madre”.
“No hay mejor capitana para esta batalla: “la fe per vos no mor”, es inmensa la devoción del pueblo valenciano hacia nuestra Madre, por Ella y con Ella llegaremos todos a Jesús”. “Tomémonos muy en serio la oportunidad que se nos brinda, la Santísima Virgen Nuestra Madre de los Desamparados nos ayudará para que a través de la Gran Misión muchas almas vuelvan o lleguen a Cristo por primera vez y nuestra ciudad, nuestra Archidiócesis se llenará así de alegría”, señaló.
En su intervención como nuevo rector, Juan Melchor Seguí dio las gracias al Señor porque “junto al don de la vida natural me ha regalado la vida sobrenatural por medio del sacramento del Bautismo y me ha llamado a ser también sacerdote de Jesucristo y de su Iglesia”.
Agradecimientos
También dio gracias “a nuestro querido padre y pastor el cardenal arzobispo don Antonio porque una vez más ha confiado en mi pobre persona enviándome en nombre de la Iglesia a servir como nuevo rector en este auténtico corazón de nuestra Iglesia diocesana que es la Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados”.
Según expresó, “un servidor siente al mismo tiempo un gozo grande por la inmensa belleza del ministerio encomendado pero también la preocupación por el peso de la responsabilidad” y refiriéndose al origen de la devoción de la Virgen expresó su admiración por la “historia venerable de seis siglos de devoción que ha producido sobre todo frutos incontables de caridad hacia los más desfavorecidos, necesitados, descartados de nuestra sociedad como los llama el papa Francisco”.
En valenciano, Juan Melchor Seguí agradeció la siempre compañía de su familia: “Vull donar gràcies a Déu per la meua familia que hui i siempre m’acompanya allá on l’Èsglèsia m’envia”. También, “per tants germans sacerdots que hui en tant gran nombre m’acompanyen”.
El nuevo rector de la Basílica dedicó muy emocionado un saludo muy especial a su localidad natal, Albaida, a Ontinyent, en donde ha sido párroco, y a todas las localidades de la Vicaría VI en donde ha ejercido como vicario episcopal y recibió una ovación por parte de una gran representación de todos ellos que se encontraban en la Basílica para acompañarle en este día.
Asimismo, agradeció al anterior rector Jaime Sancho “por haberme facilitado tanto las cosas y al antecesor, Juan Bautista Antón, así como al vicerrector de la Basílica, Álvaro Almenar, con quien trabajaré “siempre en comunión, en confianza y en fraternidad”. Sus agradecimientos se extendieron a todos los asistentes y a todas las personas relacionadas con la Basílica de la Virgen y con la devoción a la patrona. Sin olvidar a la Escolanía de la Virgen, que durante toda la celebración acompañó con sus cantos al nuevo rector desde los balcones interiores del templo, bajo la dirección de Luis Garrido.