L.A. | 18.03.2021
Este 19 de marzo se inaugurará el año ‘Amoris Laetitia’, un año especial dedicado a la familia convocado por el papa Francisco por el quinto aniversario de la exhortación apostólica ‘Amoris Laetitia’. La experiencia de la pandemia ha puesto de relieve el papel central de la familia como Iglesia doméstica y la importancia de los lazos comunitarios entre las familias, que hacen de la Iglesia una “familia de familias”. Los delegados diocesanos de Pastoral Familiar de la archidiócesis de Valencia, Carlos Marroquín y Chelo Sanz, explican a PARAULA cómo se va a celebrar este año en la diócesis.
- Vamos a celebrar el Año de la Familia ‘Amoris Laetitia’. ¿Un trabajo intenso e ilusionante el que viene encima?
- La verdad es que es un trabajo muy ilusionante y estamos muy contentos de que el Papa haya convocado este año puesto que no va a haber otro igual. ¡Nosotros estamos celebrándolo!
- ¿Qué objetivos os marcáis desde la delegación?
- En primer lugar dar a conocer el Año ‘Amoris Laetitia’ a toda la diócesis e implicar a los agentes de pastoral familiar que están trabajando en las vicarías y arciprestazgos. También dar continuidad durante el año a todo este trabajo con documentos, vídeos y otros materiales. Y revitalizar la pastoral familiar fruto de las reuniones que hemos hecho en febrero y marzo con las vicarías.
- ¿En qué han consistido estas reuniones de vicarías?
- Estas reuniones las teníamos previstas desde hace un año pero debido a la pandemia se tuvieron que posponer. Los objetivos fundamentalmente han sido: en primer lugar, conocernos, poner cara a los que compartimos esta misión, matrimonios con sus vicarios y arciprestes. El segundo, fortalecer así esta red de trabajo para ser equipo en comunión, trabajando en clave de sinodalidad y de diocesaneidad. Les presentamos esta iniciativa del Papa Francisco y nuestras propuestas para que tengan difusión y repercusión en las parroquias y que la alegría y riqueza de ser familia llegue a toda la diócesis.
- ¿Y cuándo empiezan esas acciones?
- Empezamos el 21 de marzo. Queríamos celebrar una Eucaristía de inicio, pero debido a las circunstancias, proponemos un recurso litúrgico que se enviará a las parroquias para que se tenga presente en todas las Eucaristías. También hay un vídeo promocional para lanzar este acontecimiento. Todos los recursos están disponibles en nuestra página web: pastoralfamiliarvalencia.org
- ¿También habrá reflexiones mensuales?
Sí. Cada mes se realizará una reflexión en torno a un capítulo de la exhortación apostólica. La riqueza es para saborearla poco a poco. - Respecto a la preparación al matrimonio. ¿Hay alguna iniciativa en este sentido?
- Desde el año pasado estamos trabajando en la preparación de un taller. Antes de ponerlo en marcha se preparará a los Agentes de pastoral Familiar que lo vayan a impartir.
Somos conscientes de que esta preparación al matrimonio ya se da en las parroquias y en algunos movimientos con materiales muy válidos, pero lo que no existía era un material propio de la diócesis. Se llamará ‘Sacramento del amor’ y será para la diócesis de Valencia. - ¿De qué manera vais a reflejar las propuestas del Sínodo Diocesano durante este Año de la Familia?
- El trabajo del Sínodo ha sido y está siendo intenso y la Delegación de familia ha aportado acciones concretas. Nuestro compromiso para este año será la Escuela de Familias tal y como se recoge en el Instrumentum Laboris y el inicio de la creación del SERFAM, un servicio de orientación familiar, aún por desarrollar.
- ‘Amoris Laetitia’ tiene mucho que aprovechar, no puede quedarse en los cajones.
- Por supuesto que no, su riqueza tiene que ser conocida. Por eso nuestra propuesta abarca la continuidad durante todo el año, tenemos doce meses para saborearla. Vemos que es importante que la familia sea la que participe de lleno en todo. Por eso propusimos que los agentes de pastoral familiar fueran laicos comprometidos que vieran las necesidades que hay en sus parroquias.
Queremos que la familia sea protagonistas, ya que es la familia la que da vida y alegría.
Por supuesto, el Año de San José también está relacionado con la familia y por eso haremos reflexiones en torno a él y trabajos especiales que hablen de la figura del padre.
“La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia”
Arturo Ros Murgadas
Obispo auxiliar de Valencia
«La pastoral familiar debe hacer experimentar que el Evangelio de la familia responde a las expectativas más profundas de la persona humana: a su dignidad y a la realización plena de la reciprocidad, en la comunión y en la fecundidad…» (AL, 201)
Es la alegría del amor. Las páginas de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Amoris Laetitia”, están llenas precisamente de eso, de la alegría del amor, la belleza y la grandeza de la familia, el júbilo que nos supone amarnos, estar unidos, celebrar con gozo nuestra existencia familiar cristiana, la fiesta, la sonrisa, la ternura, la confianza, la esperanza… Sí, la FAMILIA.
Recordamos que ser familia implica palabras como respeto, servicio, dulzura, compasión. Ser familia a estilo de la «Sagrada Familia» implica gestar la acogida y la convivencia como novedad; abrir las puertas al perdón y a la reconciliación en nuestra vida. Ser familia es querer optar por dar vida a todo ser humano que camina a nuestro lado que percibe en nosotros la semilla de la fraternidad.
Nazaret nos invita continuamente a abrir la puerta de nuestra casa, de nuestra comunidad, a la compasión, a la hospitalidad. A cuidar con esmero aquellas actitudes que hay que hacer crecer en el ámbito familiar: la escucha, la aceptación de la persona, el estar atento a las necesidades del otro, al amor compartido.
El Santo Padre ha convocado este «Año Familia Amoris Laetitia». Nuestra respuesta agradecida quiere convertirse en compromiso y tarea. La Delegación Diocesana de Pastoral Familiar, está trabajando, admirablemente, para animar, acompañar y también para ofrecer propuestas para vivir este año con fidelidad. ¡Cuánto bien puede hacernos! ¡Qué regalo tan bello para nuestras familias! Viviremos juntos, en comunión, este camino. Permaneceremos muy unidos en la oración y daremos gracias a Dios, con toda el alma, por cada una de nuestras familias.
«Ante las familias, y en medio de ellas, debe volver a resonar siempre el primer anuncio, que es “lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario” y “debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora”. Nuestra enseñanza sobre el matrimonio y la familia no puede dejar de inspirarse y de transfigurarse a la luz de este anuncio de amor y de ternura» (AL 58-59).
Felicidades y gracias. Que el Señor os colme de bendiciones.