MANOLO GUALLART | 5-07-2018
Los enfermos participaron en la procesión de las antorchas. (FOTO: M.GUALLART)Desde 1858, Lourdes congrega a hombres y mujeres de todos los continentes, con idiomas y culturas diferentes. Este año, con motivo del 160º aniversario de las apariciones de la Virgen María a Bernadette Soubirus, hay un programa complementario de celebraciones que incluye conciertos, conferencias, misas internacionales, castillos de fuegos artificiales, festivales de arte y cine, música sacra, exposiciones en el castillo, animaciones de calle, gastronomía, etc.
La Hospitalidad Valenciana ha vivido en Lourdes, del 27 de junio al 1 de junio, su 85ª peregrinación diocesana, con la participación de 1.100 personas, entre ellas un número muy creciente de jóvenes. Presidida por monseñor Arturo Ros, a ella asistieron 30 sacerdotes de la diócesis, el grupo ‘Bernadette’ con niños desde 6 a 13 años, el equipo de material -tan necesario para poder abastecer a más de 200 enfermos y discapacitados en todas sus necesidades-, el equipo sanitario -imprescindible en la peregrinación por su atención 24 horas-, al igual que el Grupo Scouts -en el que muchos de ellos además pertenecen al movimiento de ‘Foulards blancs’, creado por la ‘Hospitalité’ de Lourdes-, así como 650 enfermeras y brancardiers que asisten a los enfermos durante la peregrinación. 
Además, muchos jóvenes de colegios y residencias que acompañaron y alegraron a los enfermos. Este año vivieron esta experiencia por primera vez unos 50 Juniors de la diócesis, jóvenes y sus monitores, con Virgilio González, delegado diocesano de Infancia y Juventud. A todo este grupo que prestó servicios hay que sumar a los 200 peregrinos que estuvieron presentes en los actos celebrados en el Santuario.
El transporte consistió en catorce autobuses (uno de ellos habilitado con camillas y otros tres adaptados con rampas especiales) directos hasta Lourdes; un tren especial de seis vagones con recorrido hasta Huesca y transbordo para seguir en autobús; y el resto de participantes acudió en avión.
Los participantes son de Valencia, Albaida, Alcácer, Alcoi, L’ Alcudia, Bañeres, Mariola, Almussafes, Benaguasil, Benifairó dels Valls, Benimaclet, Burjassot, Canals, Gandía, Llíria, Meliana, Oliva, Ontinyent, Pego, La Pobla de Vallbona, Riba-roja de Túria, Tavernes de la Valldigna, Torrent y Xàtiva.
Un programa completo
La inmensa basílica subterránea de San Pío X acogió el primer día la presentación y el acto penitencial, presidido por el sacerdote Ismael Mateo, en funciones de consiliario de la Hospitalidad Valenciana. Durante la celebración, la presidenta de la Hospitalidad, Mª Jesús Arnandis, agradeció a los enfermos y discapacitados presentes en la peregrinación “la oportunidad de poder ayudarles, servirles y acompañarles en estos días tan especiales”.
La tradicional fotografía de grupo concentró a todos en la explanada frente al santuario. Más tarde, la anhelada experiencia espiritual del paso por la Gruta de las Apariciones, con la acogida de monseñor Arturo Ros, obispo auxiliar de Valencia. En la Basílica de Santa Bernadette tuvo lugar la eucaristía de apertura, previa a la procesión del Santísimo que comenzó con una oración en un altar frente a la Gruta y un recorrido por el paseo que preside la Virgen Coronada hasta la basílica subterránea. La noche tuvo un momento especial con la adoración a la Cruz, en una dinámica de Palabra, reflexiones, momentos de meditación, cantos y el instante final ante una cruz adornada con clavos que llevaban un papel con la propuesta personal de vivir una virtud.

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