La Comunidad Terapéutica Intrapenitenciaria de Picassent, dependiente de la Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre, acaba de celebrar su 20 aniversario rehabilitando y reinsertando a presos con adicciones, tanto en prisión como cuando salen y hasta que completan su tratamiento.
❐ L.B. | 16.06.2022
La Comunidad Terapéutica Intrapenitenciaria (CTI) del Centro Penitenciario Antoni Asunción Hernández, en Picassent, cogestionada por el propio centro y la Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre, celebró el pasado miércoles 8, su 20º aniversario con un acto que tuvo lugar en el módulo 1 del establecimiento penitenciario.
En el acto quisieron “mostrar nuestro trabajo de rehabilitación e inserción social de personas privadas de libertad con problemas derivados de sus adicciones”, según indican desde la fundación.
En la celebración en la que participaron, Ignacio Grande Ballesteros, presidente de la fundación; Isaura Navarro Casillas, secretaria autonómica de Salud Pública y Sistema Sanitario Público, entre otros, también se agradeció el apoyo de algunos patrocinadores como ‘Caixabank’ y ‘Fundación Bancaja’.
También estuvieron presentes miembros del Patronato de la Fundación y en el acto participaron los usuarios de la Comunidad aportando los testimonios de su recorrido vital.
Más de 1.000 atendidos
Desde el 1 de junio del año 2002 se han atendido a 1.004 personas (913 hombres y 91 mujeres) en el grupo previo de preparación para ingreso en el Módulo I del Establecimiento Penitenciario. Un trabajo de motivación y toma de conciencia para iniciar un tratamiento en régimen de comunidad.
De ellos han realizado el programa de Comunidad Terapéutica Intrapenitenciaria, 830 personas (719 hombres y 121 mujeres) con una media de personas atendidas en el año de aproximadamente 100 personas y unos ingresos anuales de media de más de 50 ingresos en el año.
El perfil de las personas atendidas es el 86 por ciento son hombres origen español, el 40 por ciento de las personas con un rango de edad de entre los 26 y 35 años de edad y el 58 por ciento de ellas solteras. La sustancia principal de consumo es en el 43 por ciento de los casos cocaína y en el 28 por ciento heroína.
La Fundación es una entidad sin ánimo de lucro, fundada a finales de 1985 por el entonces arzobispo de Valencia monseñor Miguel Roca, que consciente de la urgencia de dar respuesta a las graves necesidades de las personas con drogodependencia, pone en marcha un programa terapéutico-educativo para la rehabilitación de adicciones.
“En estos momentos es urgente garantizar una financiación suficiente para seguir ofreciendo esta alternativa de tratamiento integral a las personas privadas de libertad con problemas de adicciones”, explican.
Itinerario de acompañamiento
Las personas que salen de prisión en tercer grado continúan el tratamiento en los centros de día para completar su inserción sociolaboral. Un itinerario de acompañamiento que dura de 2 a 4 años de trabajo integral, a través de grupos de autoayuda, psicoterapias, talleres psicoeducativos, refuerzo escolar, talleres ocupacionales, deporte y con el trabajo en paralelo con sus familias. “Un trabajo personal y grupal para repensar un nuevo proyecto de vida acorde a los valores de responsabilidad, honestidad y solidaridad”, añaden.
Por lo tanto, en el año 1985 se iniciaron, las actividades en Valencia impulsados por Cáritas Diocesana e inspirados en el modelo educativo-terapéutico Proyecto Hombre ya que desde su origen desarrolla un método propio de intervención, basado en la filosofía humanista que consiste en identificar las causas que inducen a la persona a la adicción y trabajar desde un marco terapéutico-educativo, para lograr que recupere su autonomía, el sentido de la responsabilidad con su propia vida y el entorno y su capacidad para tomar decisiones.
“Desde una filosofía humanista, colocamos a la persona y no a la adicción en el centro de todo el proceso y desarrollamos nuestros tratamientos con el aporte y conocimientos de las diferentes disciplinas psicosociales”, han explicado desde la fundación. “Creemos en la persona, en su capacidad de cambiar y superar las adicciones que le han impedido desarrollarse plenamente”, añaden.
Proyecto Hombre Valencia trabaja tres áreas fundamentalmente, la prevención del consumo de drogas en diferentes ámbitos, la rehabilitación y la reinserción de las personas drogodependientes.
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