REDACCIÓN | 15.04.2021
Ya han llegado a Venezuela y han sido repartidos entre más de 350 niños de familias con escasos recursos las 216 cajas con más de una tonelada de juguetes donados por valencianos. Todo ha sido posible gracias a la campaña promovida el pasado mes de noviembre por una religiosa valenciana de la congregación Pureza de María.
Después de varios días de trabajo “recogiendo las cajas y ordenando todos los juguetes de la campaña #UnJugueteParaVenezuela por fin los hemos repartido a los niños en una fiesta que pone el punto final a una semana intensa pero llena de bendiciones porque la sonrisa de un niño lo vale todo”, ha explicado desde Venezuela Débora Vidal, la religiosa de Pureza de María que puso en marcha la iniciativa.
Desde Venezuela también ha enviado “todo mi agradecimiento de corazón a todos los que han hecho posible esta campaña y su resultado, con donaciones de juguetes y con aportaciones económicas para poder enviarlos, Dios les bendiga siempre”, ha destacado la religiosa.
La campaña solidaria para niños de Venezuela fue impulsada por Débora Vidal cuando se encontraba en Valencia, el pasado mes de noviembre. La idea era recoger donaciones de juguetes durante seis días pero, debido al éxito y repercusión de la iniciativa, la campaña se tuvo que prolongar, con el resultado de cerca de una tonelada de juguetes repartidos en 216 cajas y donativos suficientes para el envío al país sudamericano.
Aunque en un principio se pensó que los niños recibieran estos juguetes en Navidad o Reyes “el coste del envío urgente era tan elevado que decidimos realizar dos envíos normales que ahora han llegado y los niños ya pueden disfrutarlos”, ha asegurado.
En la organización y desarrollo de la campaña, la religiosa valenciana ha contado con la colaboración de sus padres y familia, de la falla Barrio Beteró y la Asociación Vecinal Virgen del Carmen Beteró y la empresa Muebles Carrión, además de cientos de personas, de Valencia y de otros lugares de España, que han donado juguetes y aportado donativos.
Tras pasar unos meses en Valencia con su familia, la hermana Débora se encuentra, de nuevo, en Venezuela, donde es directora general en la ciudad de Cumaná de un colegio de la red ‘Fe y alegría’, de los jesuitas, dedicada a la escolarización de los más desfavorecidos. La religiosa también colabora con la asociación Hogar de Cristo, que atiende y reparte comida a niños, ancianos y personas marginadas y sin recursos. Precisamente esta asociación se ha encargado del reparto de los juguetes que llegaron desde Valencia.