EVA ALCAYDE | 04.02.2021
Hablar de enfermedades en medio de una pandemia mundial y no referirse al coronavirus parece extraño. Sin embargo continua habiendo otras enfermedades, asociadas a la pobreza, que necesitan de la colaboración de todos. Este es el caso de la lepra, cuya jornada mundial se celebró el pasado domingo.
La Asociación Valenciana de lucha contra la lepra Fontilles, entidad española sin ánimo de lucro y referente en la lucha contra la enfermedad, ha lanzado la campaña “Salud + Solidaridad. Pura química”, para sensibilizar a la población sobre la necesidad de reanudar las campañas de detección de lepra interrumpidas por la pandemia mundial de la covid-19.
Debido precisamente a la crisis sanitaria, Fontilles no ha organizado ningún acto con motivo del Día Mundial de la Lepra. A nivel interno ha participado en un webinar internacional sobre los lugares históricos donde más arraigo tiene la enfermedad, y también ha puesto en marcha esta campaña de sensibilización. “Nuestro reto para 2021 es reducir las discapacidades y proteger a los menores. Para ello es necesario retomar las campañas de detección de lepra y lograr que todas las personas afectadas reciban la atención que necesitan”, señalan desde la entidad que han explicado que “en países como India, con el aumento de los casos de coronavirus, los hospitales son inaccesibles para las personas con otras enfermedades y está siendo un desafío asegurar la atención a los pacientes de lepra”.
Para el coordinador de proyectos de cooperación internacional de Fontilles, Eduardo de Miguel, al contrario de lo que ocurre con otras enfermedades, en el caso de la lepra “el descenso de nuevos casos no es una buena noticia, pues no implica una disminución en su transmisión sino en los esfuerzos para su detección”.
También ha subrayado que los nuevos casos aumentan cuando los países reactivan sus campañas de detección temprana.
La lepra no está erradicada
La lepra es una enfermedad que no está ni mucho menos erradicada. En 2019, último año en el que se tienen datos, la enfermedad registró 202.185 nuevos casos en el mundo.
La cifra supone un descenso del 3% respecto al año anterior, pero, en cambio, las recaídas en la enfermedad aumentaron un 15,9% por cuarto año consecutivo, lo que evidencia, según De Miguel, “un fallo en la vigilancia de la evolución del tratamiento por parte de algunos sistemas nacionales de salud”.
En España, en 2020, se notificaron dos nuevos casos de lepra: uno en Baleares y otro en el País Vasco.
Al finalizar el año, había un total de 16 personas en tratamiento: 5 en Madrid; 2 en Castilla-La Mancha, en Cataluña y la Comunitat Valenciana; y 1 caso en Andalucía, Baleares, Cantabria, Castilla y León y el País Vasco.
La lepra es, según la OMS, una enfermedad tropical desatendida, que todavía está presente en más de 120 países del mundo, con más de 200.000 nuevos casos notificados cada año.
También causa más deformidad física que otras enfermedades infecciosas. La estigmatización de las personas afectadas por la lepra sigue obstaculizando la detección temprana, y se denuncian casos de discriminación contra esas personas.