Las personas más vulnerables tienen menos acceso a las medidas de prevención frente a las enfermedades.

❐ EVA ALCAYDE | 27.01.2022
Jayalakshmi fue abandonada por su marido cuando le diagnosticaron lepra, Mariamma fue expulsada de su comunidad, Govinda desarrolló graves discapacidades porque su familia lo escondió por miedo a ser señalados y Uma perdió su trabajo.

Los cuatro son casos reales de personas que han sufrido la discriminación relacionada con la lepra, una enfermedad ligada a la pobreza que se puede curar y no es tan contagiosa como parece, pero de la que cada año se siguen detectando 200.000 casos nuevos en más de 100 países, 15.000 en niños y niñas.

Las personas afectadas y sus familias sufren discriminación y abusos que les impiden disfrutar de sus derechos. Existen más de 130 leyes en 23 países que legitiman la discriminación de estas personas e impiden que puedan defenderse.

La mayoría de las leyes proceden de India, uno de los países más afectados por la lepra, pero también existen leyes de este tipo en otros puntos como Brasil, Emiratos Árabes, Myanmar, Taiwan, Filipinas, Singapur, Nepal, Senegal, Etiopía o Egipto, entre otros.

Leyes discriminatorias
En pleno siglo XXI, en estos 23 países existen leyes discriminatorias que impiden, por ejemplo, participar en las elecciones y ocupar cargos públicos a las personas afectadas por la lepra. Un informe de la Naciones Unidas, al que ha tenido acceso PARAULA, recopila todas estas leyes, así como los derechos que vulneran.

Algunas de estas leyes restringen la libertad de movimiento al prohibir o limitar el uso del transporte público o, incluso, permiten la disolución del matrimonio a causa de la lepra.

Otras leyes niegan derechos a los migrantes o restringen el acceso a determinados puestos de trabajo, como servicios en tribunales y universidades, conducir vehículos del transporte público o prestar servicios médicos, de enfermería y domésticos. Las leyes en India, por ejemplo, también prohíben que las personas afectadas por la lepra obtengan determinadas licencias profesionales y que tengan acceso a ciertos cargos o carreras.

En algunos casos, la lepra también se considera motivo para destituir a las personas afectadas de puestos en la administración local o a personas que trabajan en universidades en la docencia.

Otro grupo de leyes que tienen como fin luchar contra la mendicidad, disponen el aislamiento de mendigos afectados por la lepra y autorizan que se los encarcele o segregue en asilos, centros especiales o refugios.

En Etiopía, por ejemplo, puede aducirse la lepra como motivo para disolver un matrimonio, ya que la ley de familia considera que contraer una enfermedad incurable es un error fundamental que justifica la disolución del matrimonio.

Y en Papua Nueva Guinea, a pesar de que los planes nacionales reconocen la importancia de proteger y promover los derechos humanos de las personas con discapacidad, la ley no prohíbe discriminar por motivo de discapacidad o a causa de la lepra.

Un ejemplo más. En São Paulo, Brasil, una ley de 2001 permite al Estado exigir el desalojo de las personas afectadas por la lepra o sus familiares que vivían en sus antiguas leproserías.

Petición en change.org
La asociación valenciana de lucha contra la lepra Fontilles ha iniciado una petición en la plataforma ‘change.org’ dirigida a Federico Villegas, presidente del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, para solicitar la abolición de estas 130 leyes discriminatorias a los países que las mantienen, así como acabar con las prácticas y costumbres que impiden a las personas afectadas y sus familias disfrutar de los mismos derechos y oportunidades que el resto.

“Además de todas las leyes, existen costumbres y prácticas tradicionales que deshumanizan a las personas afectadas por la lepra. El estigma hace que se escondan, o sean escondidas por sus familias, y no reciban el tratamiento a tiempo para evitar las discapacidades. A su vez, estas discapacidades alimentan el estigma, condicionan el resto de sus vidas y les impiden salir de la pobreza”, explican desde Fontilles.

La petición que ya lleva registradas cerca de 400 firmas, se promocionará a partir de este domingo día 30, coincidiendo con el Dia Mundial de Lucha contr la Lepra.

Está previsto que Fontilles haga llegar la petición, junto con las firmas, al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas el próximo mes de junio y Alice Cruz la Relatora Especial para la eliminación de la discriminación contra las personas afectadas por la lepra y lo incluirá en su informe para la Asamblea General.