La cena virtual del hambre desborda generosidad Manos Unidas Valencia, agradecida por la solidaridad

EVA ALCAYDE | 02.07.2020

En grupos, en familias o de manera individual, la cena del hambre de Manos Unidas Valencia, que este año se ha celebrado de forma virtual, ha cosechado un gran éxito en participación, en generosidad y también en donativos.

Ante la imposibilidad de realizarla de manera presencial, como todos los años, en la plaza de la Virgen de los Desamparados, se convocó de manera virtual, cada uno en su casa o en grupos reducidos, a finales de junio.
“Gracias a las redes sociales el hogar de cada uno ha sido también un lugar de encuentro y hemos comprobado que los valencianos son hogares solidarios, en los que, a pesar de las dificultades, no hemos perdido la sensibilidad por quienes lo tienen aún más difícil que nosotros para salir adelante, con todo el peso de una pandemia sanitaria y económica”, desatacan desde Manos Unidas Valencia, que se muestran muy agradecidos por la generosidad de los donativos.

Debido a las circunstancias tan dramáticas por la pandemia del coronavirus, la recaudación de la cena virtual se destinará a los 29 proyectos de emergencia que Manos Unidas ha puesto en marcha para paliar las consecuencias que la pandemia está teniendo entre los más empobrecidos en países de América, Asia y África y Asia.

“En estos países que apenas tienen para comer, por supuesto, no tienen para comprarse una pastilla de jabón, o agua suficiente con la que lavarse las manos para prevenir los contagios. En muchos casos, al verse obligados a estar confinados, se han quedado sin sus ya precarios medios de subsistencia. Nuestros socios locales, que han estado en primera línea dando la batalla por los más pobres, nos han hecho llegar sus solicitudes en las que se pedían cosas básicas como arroz y legumbres… y también mascarillas y jabón”, explican desde Manos Unidas.

“También se han hecho llegar a los sanitarios, material para atender a los enfermos, y semillas con las que vislumbrar un futuro de esperanza para quienes viven de la agricultura y se ha informado de lo que es el coronavirus, traduciendo a sus lenguas indígenas la información, que no sabían ni cómo interpretar”, añade.