Belén Nava | 26-04-2012

Parte del equipo que compone el Teléfono de la Esperanza en Valencia. (Fotografía: Alberto Sáiz)

La voz es uno de los instrumentos más importantes con los que cuenta el ser humano. A través de ella expresamos emociones, ideas, pensamientos…y ante todo, somos capaces de crear empatías con el interlocutor. Y haciendo uso tan sólo de la voz se vale el Teléfono de la Esperanza para ayudar a aquellas personas que, por circunstancias de la vida, necesitan que una “voz amiga” les escuche y les oriente para salir de ese pozo en el que se encuentran.
Depresiones, conflictos de pareja, familiares pasando por abusos o malos tratos, son algunos de los problemas que diariamente llegan a los teléfonos de la sede del teléfono en Valencia ubicada en la calle Espinosa, 9.
Allí, 147 voluntarios especializados entre psicólogos, abogados, sacerdotes, trabajadores sociales, orientadores familiares y coordinadores de grupo dan apoyo a los usuarios anónimos que requieren de sus servicios.
Algunas de estos voluntarios han sido personas que en algún momento de su vida han necesitado también de la ayuda del teléfono, siguiendo la máxima de que el que ha sufrido sabe mejor como acercarse al sufrimiento de los demás.
Ángel Madrid, director del Teléfono de la Esperanza de Valencia., asegura jocosamente que “a ver si algún día se nos acaba el trabajo por falta de clientes” y es que en estas últimas cuatro décadas ya son más de 321.000 personas las que han llamado al 96 391 60 06 o al 902 500 002.
Además de la intervención en crisis por teléfono y de forma presencial, la organización ofrece un amplio programa para la promoción de la salud emocional a través de cursos y talleres de crecimiento personal y de autoayuda.
Ante todo aseguran que la clave de la felicidad está en uno mismo. Nadie nos puede hacer felices ni dichosos, salvo nosotros mismos
Fundación
El Teléfono de la Esperanza, que fue fundado en el año 1971 en Sevilla por el religioso de la orden de San Juan de Dios Serafín Madrid, para “ofrecer un servicio permanente, confidencial y gratuito”, cuenta con una treintena de centros en más de veinte provincias es­pañolas, así como en seis países iberoamericanos y en Suiza.
Lea el reportaje íntegro en la edición escrita de PARAULA