L.A. | 29-01-2016
La procesión en honor de san Vicente fue este año muy concurrida. A.SAIZ
“Muchísimas gracias a todos los participantes en esta celebración, muchísimas gracias a todos por su presencia, sin excepción de nadie, muchísimas gracias y que Dios bendiga copiosamente por intercesión de San Vicente Mártir a esta nuestra queridísima ciudad de Valencia, que Dios a través de San Vicente Mártir conceda toda suerte de bienes,  espirituales y materiales, de todo orden,  a los valencianos, y que nos ayude a que nuestra diócesis de Valencia sea firme en la fe y de el testimonio de fe y de caridad que estos tiempos realmente nos reclaman”
Con estas palabras textuales, en la conclusión de la solemne mesa de San Vicente Mártir, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, despedía a la multitud de fieles que llenaron la Catedral de Valencia en la fiesta del patrón.
Don Antonio en varias ocasiones en los últimos días había expresado la urgencia de rezar en estos momentos por España y por la situación de interinidad que vive, como consecuencia de la falta de acuerdo para formar un gobierno estable. También lo hizo durante las peticiones de los fieles en la misa de San Vicente  cuando añadió, a las que fueron leídas, una con su propia voz:“Pidamos también de una manera muy especial por España en la situación tan delicada por la que atraviesa, para que Dios conceda a quienes les corresponda luz y claridad para buscar siempre el bien común”.
Catequesis del martirio
En su homilía, el cardenal aprovechó la fiesta de San Vicente Mártir para hacer toda una catequesis en torno al martirio, para reivindicar la actualidad del testimonio de los mártires y a constatar que la necesidad de estar preparados por si fuera necesario, como ocurre en otros lugares del mundo.
“Hay que estar preparados y dispuestos siempre para el martirio, también en los tiempos que corren, como estamos viendo, a veces impasibles, en tantísimos hermanos nuestros, de tantas maneras”, a pesar de que “en Occidente hemos perdido la sensibilidad y disponibilidad hacia el martirio, lo que contrasta con los miles de mártires que vemos hoy en Asia y Africa”.
Además, “hay muchas formas de martirio, también con la lengua, con las acusaciones en los medios de comunicación, con el desprecio que se hace de la fe, también, eso hemos de tenerlo muy presente”.
De esta manera, “ante un mundo como el nuestro que de tantas maneras y tan sutiles penaliza la fe de la Iglesia, ante tantos poderes que acusan y condenan a la Iglesia y a los cristianos”, el cardenal ha defendido que “aceptar el calificativo de cristiano es declararse dispuesto al martirio, a morir por la fe; cristiano y mártir significa en realidad lo mismo”.
Al término de su homilía, el cardenal Cañizares aseguró que “ni la Iglesia, ni España, ni el mundo pueden olvidar a los mártires, testigos eminentes de la caridad y santidad de la Iglesia”. De hecho, la Iglesia “sólo podrá convencer a los hombres en la medida en la que sus predicadores estén dispuestos a dejarse la vida. Su lucha sólo puede ser siendo la lucha de los que se dejan derramar su sangre”.
“Necesitamos cristianos que estén dispuestos a dar testimonio de Cristo en público”, y de que “sin Dios no es posible la paz, no es posible el reconocimiento efectivo de la dignidad y grandeza de todo ser humano” ha señalado.
En la misa concelebraron con el arzobispo de Valencia su obispo auxiliar, monseñor Esteban Escudero; el vicario general de la archidiócesis, Vicente Fontestad, el deán de la Catedral, Emilio Aliaga, y más de 40 sacerdotes.
Participaron en los primeros bancos el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues; el vicealcalde de Valencia, Joan Calabuig y varios concejales del Ayuntamiento de Valencia; así como la jefa de la oposición en la Cortes Valencianas, Isabel Bonig; el teniente general del Ejército Rafael Comas; el general jefe de la Guardia Civil en la Comunidad Valenciana, Fernando Santafé; el rector de la Universidad Católica de Valencia “san Vicente Mártir”, Ignacio Sánchez Cámara, así como responsables de las distintas entidades vicentinas de Valencia, entre otras personalidades.
Lea aquí la homilía íntegra del Cardenal

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