Eva Alcayde | 22-06-2017
El 2016 ha sido un año de mucho trabajo en Proyecto Hombre y un año de incrementos. Así se desprende de la memoria anual que la Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre, de Valencia, ha presentado esta semana.
Según los datos de su memoria, en 2016 han aumentado un 25% las primeras atenciones y demandas de tratamiento, alcanzando la cifra de 1.549 personas atendidas tanto en los Centros de Día de Valencia, Gandia y Ontinyent, como en el Programa de Prevención, y en las Comunidades Terapéuticas de Valencia y la Comunidad Terapéutica Intrapenitenciaria (CTI) en el Módulo I del centro penitenciario de Picassent.
Las personas en tratamiento en Proyecto Hombre, que en 2016 fueron 969, también han supuesto un aumento del 6%, con respecto al año anterior.
Y lo que también se ha incrementado, en 51%, es la demanda de asesoramiento de familias, especialmente de jóvenes y adolescentes.
Aunque lo que ha aumentado de forma más notable y llamativa en este 2016 han sido las atenciones en el área de prevención, que se han incrementado un 93% con respecto al año anterior.
“Se trata de una primera asistencia, familias que han detectado un posible problema y no saben qué hacer o personas que creen que lo tienen una adicción”, explica Vicent Andrés Martínez, director de Proyecto Hombre Valencia.
Este aumento responde al interés de Proyecto Hombre por afianzar el Programa de Prevención Selectiva, que ofrece alternativas de asistencia dirigidas exclusivamente a jóvenes y adolescentes.
El trabajo con este grupo de edad es muy importante ya que, según indican desde Proyecto Hombre, “la percepción de riesgo de consumo de cannabis es muy baja, refiriéndose en muchas ocasiones como un consumo no problemático”.
Cocaína y alcohol
Respecto a las sustancias de mayor consumo, las cifras confirman la tendencia de ejercicios anteriores, que siguen siendo la cocaína (45 %), el alcohol (23%) y el cánnabis (12%).
La entidad subraya que “el consumo de alcohol suele estar presente en la mayoría de las adicciones derivadas de sustancias estimulantes, aunque no se perciba como problemático”.
En cuanto al perfil mayoritario de las personas atendidas, también se mantienen los datos de otros años. En adultos el perfil es el de varón español, con una edad media de 39 años, consumidor de cocaína, soltero y en paro.
El perfil de jóvenes es el de varón español, con una media de edad de 20 años, soltero y estudiante.
Llama la atención que en este sector de la población joven, el mayor porcentaje de atenciones fue por consumo de cannabis (74%) y por adicciones a nuevas tecnologías (12%). Los casos por problemas de conducta representaron un 9% de las atenciones, mientras que otros consumos fueron residuales: alucinógenos (1%), alcohol (2%), cocaína-alcohol (1%) y otros estimulantes (1%).
Proyecto Hombre considera “preocupante” este “aumento considerable” en el número de personas asistidas a causa de adicciones comportamentales, especialmente las relacionadas con las nuevas tecnologías, como móvil, internet, redes sociales, juegos en línea, videojuegos, etc.
Las mujeres continúan teniendo mayores dificultades para acceder a tratamiento, siendo solo un 15% del total de atendidos. Por ello desde Proyecto Hombre consideran que “es necesario continuar profundizando en la investigación de las causas que obstaculizan el ingreso de las mujeres a tratamiento y su adherencia al mismo”.
Inserción social de presos
En su memoria anual, Proyecto hombre ha querido destacar el trabajo de inserción social realizado este año con presos.
Así, un total de 67 internos, por encontrarse en tratamiento, se han beneficiado de medidas penales o penitenciarias. A 37 de ellos, se les ha facilitado, una vez clasificados en tercer grado, el cumplimiento del resto de la condena en centro extra penitenciario de tratamiento de deshabituación.
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