Belén Nava | 28-07-2016
La Misericordia es el hilo conductor de esta XXXI Jornada Mundial de la Juventud Cracovia 2016. El lema escogido ‘Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia’ (Mt 5,7) se integra en el marco del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, proclamada por el Santo Padre. Es una Bienaventuranza –afirma el Papa en la Misericordiae Vultus- “en la que hay que inspirarse durante este Año Santo” por lo que está JMJ Cracovia 2016 será un Jubileo de los Jóvenes que traspasará las fronteras para extenderse a todos los chicos y chicas católicas alrededor del mundo.
Durante estos días, los jóvenes serán llamados a reflexionar sobre el tema de la “misericordia como ideal de vida y como criterio de credibilidad de nuestra fe” (Misericordiae Vultus, n.º 9) y a volver a descubrir “el rostro misericordioso de Dios, que se manifiesta en el rostro de Jesucristo” tal y como asegura el Consejo Pontificio para los laicos. Claro está que será una oportunidad para difundir por todo el mundo el mensaje, lleno de esperanza, del amor misericordioso de Dios hacia cada hombre de la tierra.
El centro espiritual de este Jubileo de los Jóvenes será el Santuario de la Divina Misericordia y de Santa Faustina Kowalska -apóstol de la Divina Misericordia-, inaugurado por san Juan Pablo II en el año 2002. Allí podrán visitar este Santuario y seguir un programa especial, que prevé la meditación de las parábolas evangélicas sobre la Divina Misericordia y el rezo del Rosario de la Divina Misericordia. Al final podrán pasar por la Puerta Santa del Jubileo y ganar así la Indulgencia Jubilar.
En el Santuario se instalará un gran ‘Centro de la Misericordia’ con numerosos confesionarios donde los jóvenes tendrán la posibilidad de acercarse al sacramento de la reconciliación en diferentes lenguas. Se ha convertido ya en una tradición que el mismo Papa confiese a algunos jóvenes.
En el lugar del gran encuentro conclusivo de los jóvenes denominado ‘Campus Misericordiae’, se instalará una Puerta Santa simbólica como signo visible del carácter jubilar del evento. El Santo Padre, acompañado por algunos jóvenes, pasará por esta Puerta al inicio de la vigilia de oración del sábado 30 de julio, vigilia que culminará con la adoración eucarística. Por último, el domingo 31 de julio, después de la eucaristía, el Papa entregará a cinco parejas de jóvenes de los cinco continentes lámparas encendidas, símbolo del fuego de la misericordia que trajo Cristo, y enviará a los jóvenes de todo el mundo como testigos y misioneros de la Divina Misericordia.