EVA ALCAYDE | 15-03-2015
Voluntarias llevan a cabo el taller. A.SAIZ
Si eres fallero o te gustan las fallas y además eres una persona solidaria, no tienes excusa. Este es el momento perfecto para colaborar con el taller de costura que ha puesto en marcha el grupo de empleo de la Cáritas parroquial del arciprestazgo número 9. En el taller participan 12 personas, que gracias al empeño y dedicación de los voluntarios, reciben una formación específica y cualificada y, al mismo tiempo, una oportunidad para labrarse un futuro.
Promovido por el grupo de empleo de las parroquias San Ignacio de Loyola y la Resurrección, el objetivo del taller es doble. Por un lado, prepararles para encontrar algún empleo relacionado con la costura, pero también “que sepan hacerse sus propias composturas, arreglarse un traje, coserse una cremallera o subir un dobladillo, para así además ahorrarse un dinero”, explica Virginia Canoves, que junto a Mavi Leida, sacan adelante el taller de forma voluntaria.
En el taller de costura, que se imparte en los locales de la parroquia Sanjosemaría, los usuarios, en su mayoría mujeres con edades entre los 30 y 40 años, aprenden patronaje y planchado, a tomar medidas, a manejar las máquinas y hasta a hacer cortinas. Pero ahora como es tiempo de fallas, se han centrado en la confección de bolsas y petates, bandoleras, coleteros y broches con motivos de lo más falleros, artículos perfectos para disfrutar cómodamente de las fiestas falleras.
Estos y otros artículos falleros se ponen a la venta estos días, para todo aquel que desee colaborar con el taller y para que los beneficiarios vean que su trabajo, por pequeño que sea, tiene salida.