❐ B. NAVA| 21.06.2023
Sensibilizar a la ciudadanía sobre la injusticia del hambre en el mundo y recaudar fondos que ayuden a atenuar esta situación fue el objetivo de la IX Cena del Hambre que Manos Unidas celebró en la Plaza de la Virgen de Valencia la pasada semana.
Con la idea en la mente de que el hambre tiene remedio con un reparto equitativo de los recursos, con estrategias de desarrollo en los países necesitados y con el apoyo de la comunidad internacional, se celebró este encuentro solidario que consistió en una cena austera, a base de pan con aceite, agua y una fruta, “con el objetivo de hacer sentir por un día, la necesidad, tal y como la sienten millones de personas cada día”, explican desde la ONG católica.
A la cena solidaria, cuya recaudación se destina a los proyectos en los que trabaja Manos Unidas en los lugares más pobres del planeta en África, Asia y América Latina, acudió el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, que recordó a los allí presentes la importancia de “ayudar a los hermanos más necesitados a salir de esta injusticia que es el hambre”. De igual manera precisó que “las personas no sólo padecen hambre física, hay que tener también en cuenta a quienes tienen hambre espiritual”.
Por su parte, la delegada de Manos Unidas Valencia, Ana Ruiz Ruiz, reivindicó ante los asistentes el lema de la campaña de este año ‘Frenar la desigualdad está en tus manos’ ya que “nos interpela a ser conscientes de que en muchos países del sur, millones de hermanos viven en la miseria e incluso mueren de hambre. La pandemia, la guerra de Ucrania y la inflación han contribuido a aumentar las cifras de la pobreza y el hambre”.
Ruiz, a su vez, denunció que “las economías de la mayoría de los países del sur donde colaboramos están diseñadas como fuentes de materias primas baratas, reserva de mano de obra mal pagada y un potencial mercado de bienes y servicios del norte. Además, la corrupción de sus gobiernos y la mala gestión de los recursos inciden también en la pobreza de sus pobladores, que sufren un trabajo precario, con ingresos irrisorios que no permiten a las familias llevar una vida digna”.
Esta cena solidaria “quiere llevar el mensaje del compromiso para vivir de forma más sencilla y consumir lo necesario, promover la economía del bien común solidaria y sostenible, a interesarnos por los excluidos y a tomar conciencia de su sufrimiento”, explican desde Manos Unidas.
Como en años anteriores, varias empresas han colaborado donando sus productos y servicios de manera desinteresada, y un grupo de jóvenes voluntarios ayudó con el montaje de las mesas y sillas. La velada fue amenizada por el Coro de Cámara Santa María del Mar.
Cifras del hambre
Actualmente hay 828 millones de personas hambrientas, cifra que ha aumentado desde el inicio de la pandemia, según la FAO. En el año 2021, en torno a 2.300 millones de personas en el mundo padecían inseguridad alimentaria moderada o grave y el 11,7% de la población mundial se enfrentaba a niveles graves de inseguridad alimentaria.
Según el Banco Mundial, la mitad de la población, casi 4.000 millones de personas, vive por debajo del umbral de la pobreza, 5,5 dólares al día.
Por contra, cerca del 14% de los alimentos producidos se pierden entre la cosecha y la venta minorista. Sólo en España, cada año se desperdician 7,7 millones de toneladas de alimentos.