CARLOS ALBIACH | 23-02-2017
Manuel (el segundo por la izquierda) y Catalina ofrecieron su testimonio tras el visionado del documental. A.SAIZ
Catalina tiene 19 años y la sonrisa no se le quita de la cara. Una sonrisa que cobra más importancia cuando se conoce su historia: estuvo como niña soldado en un grupo armado de su país, Colombia, de los 13 a los 16 años. Años de mucho sufrimiento como víctima de una guerra que chocan con el mensaje de paz que no cesa de repetir: “La paz tiene que salir del corazón y no ser solo de palabra”.
Catalina junto a Manuel, que también fue niño soldado, han visitado Valencia para presentar el documental elaborado por Misiones Salesianas ‘¡Alto el fuego!’, en el que ambos cuentan como su historia empezó a tener esperanza cuando llegaron a Ciudad Don Bosco de Medellín, donde los salesianos llevan a cabo un programa para reinsertar en la sociedad a los menores que han estado en la fila de grupos guerrilleros como las FARC.
La vida de ambos está marcada por una vida muy dura en la que la desesperanza y la necesidad les llevo a un grupo armado. Allí conocieron el dolor y el sufrimiento de primera mano e incluso vieron como morían familiares y amigos. Sin embargo, gracias al programa ‘Construyendo sueños’ de Misiones Salesianas han podido ver que hay luz al final del túnel. Ahora gracias a una “pedagogía de la confianza, como destacó el director de Ciudad Don Bosco, Rafael Bejarano, han aprendido un oficio con el objetivo de reinsertarse en la sociedad y superar nuevas metas o simplemente tener libertad.
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