❐ BELÉN NAVA | 03.11.2022
‘Gracias por tanto’ es el lema que este año se ha propuesto para celebrar el Día de la Iglesia diocesana. Un gracias dirigido a la personas que colaboran en la Iglesia de una u otra forma. Se trata, tal y como indican desde la Conferencia Episcopal Española, de “agradecer el trabajo, el compromiso de tantas personas: por el tiempo, las cualidades que cada uno aporta, también los que no tienen tiempo o capacidades y apoyan con su oración. Una oración que muchas personas hacen permanentemente como enfermos o en la vida celebrativa”.
Tal y como se nos recuerda, el Día de la Iglesia diocesana es un día de fiesta. Un día para celebrar que “juntos logramos una parroquia viva, apasionada por Jesucristo y entregada a los demás”. Cada año, esta campaña, pone su empeño en recordar que en la parroquia “nacemos a la fe y en ella descubrimos que somos una familia dentro de otra gran familia, la de los hijos de Dios. Pero además, activa a esta gran familia a ponerse al servicio de los demás y a contribuir para hacer una parroquia más comprometida y cercana porque juntos llegamos más lejos”.
Labor de la Iglesia
En este Día de la Iglesia Diocesana también se presentan las cifras de labor de la Iglesia. Cifras detrás de las que se esconden rostros concretos de personas que quieren crecer en la fe o que han visto cómo la Iglesia es una casa abierta y dispuesta a paliar sus necesidades. En este sentido, se han celebrado 5.500 bautizos, 5.915 primeras comuniones, así como 2.064 confirmaciones y 831 matrimonios. Además, se han atendido a más de 88.731 personas en los 459 centros disponibles; a 16.405 personas atendidas en los centros para mitigar la pobreza; a 1.715 personas en centros de ayuda a drogopendientes, a 108 inmigrantes y refugiados y a 816 jóvenes y menores de edad en diferentes centros de tutela.
Donoamiiglesia.es
Con esta campaña también se recuerda la importancia de colaborar económicamente, que se puede hacer de forma ‘online’ a través del portal donoamiglesia.es, donde se puede seleccionar la parroquia con la que se dese colaborar económicamente.
Fundación Pauperibus y la Corona de la Caridad
La Archidiócesis de Valencia, en su compromiso por la promoción humana y la dignidad de las personas con problemas crecientes de desempleo, ingresos, vivienda y salud, creó la fundación Pauperibus con el objetivo de cubrir las necesidades de los más vulnerables.
Este fondo ha destinado, en el 2021, 403.630 euros, transferidos principalmente a Cáritas, para auxiliar con ayudas directas a personas con necesidades básicas, como son el pago de alquileres, agua o electricidad, la compra de bienes esenciales y la adquisición de alimentos, medicamentos o material educativo.
Pauperibus está abierta a recibir donaciones de particulares e instituciones para ser testimonio vivo de que Dios ha querido nacer pobre entre los más pobres. Se puede realizar una donación directa desde el portal web de donoamiiglesia.com y beneficiarse de las desgravaciones fiscales. Pueden obtener más información en papuperibus@archivalencia.es y donoamiiglesia@archivalencia.es
Corona de la Caridad
Otro proyecto que se alinea con esta necesidad de ayudar a los más desfavorecidos es la celebración del centenario de la coronación canónica de la Virgen de los Desamparados, en la que los donativos recibidos, hasta mayo de 2023, se destinarán a la corona de caridad para la Virgen de los Desamparados, con la que se apoyará los proyectos de la obra social de la Basílica con los más desfavorecidos.
La caridad es una característica de la diócesis: más de 4.700 voluntarios entregan su tiempo a la caridad, a mostrarnos cercanos con los necesitados, tal y como dice el papa Francisco: «¡Pero qué vacía es una vida que persigue las necesidades, sin mirar a los necesitados! Si tenemos dones, es para ser dones»
“Con mi trabajo en el sector seguros, ayudo a los que ayudan”
❐ L.B.
Alberto Rodrigo es delegado territorial en Valencia de UMAS, mutua de seguros creada en 1981 para atender las necesidades del ámbito religioso, educativo y asistencial. “Dentro del sector seguros colaboro en UMAS, cuya labor es ayudar a los que ayudan. Trabajamos con entidades sin ánimo de lucro, colegios concertados religiosos, residencias de mayores de ámbito social y, en general, con todo tipo de hermandades y cofradías. A todos ellos les asesoramos en la solución aseguradora que más se adecua a la actividad que desarrollan”, explica Alberto.
“Vamos de la mano o apoyamos, en el sector seguros, a las diócesis y las parroquias, tanto en el ámbito legal, por las responsabilidades civiles que puedan adquirir, como en el ámbito patrimonial”, añade Rodrigo.
“Aquí encuentro que, además de trabajar en mi sector, puedo ayudar a mi Iglesia. Y mi trabajo es también un medio de evangelizar en el día a día porque trato de llevar a cabo mi vocación de cristiano sirviéndoles, hablándoles en la verdad de la fe, con sinceridad, poniéndome a su disposición… Al final veo que es un trabajo vocacional que nunca me hubiera imaginado que podía hacerse en este sector en el que lo normal es exigir resultados a los trabajadores, que cumplas objetivos y en el que puede haber sanciones si no los alcanzas. Sin embargo, en UMAS el ambiente es diferente, ya que prima el servicio y se pone por encima del trabajo a la persona, al trabajador”, explica.
En el aspecto personal, Alberto y su mujer, Paloma, viven su fe en la parroquia Santiago Apóstol del barrio valenciano de Marchalenes, donde colabora en el ámbito de la liturgia. Además, lleva un grupo de fútbol sala en la parroquia y el colegio de la parroquia, en el que también juegan chicos de la Comunidad del Cenáculo, que han tenido algún tipo de adicción.