❐ L.B. | 08.06.2022
Paz y fraternidad fueron las palabras que más se escucharon en la oración interreligiosa, que el pasado lunes 6 congregó a representantes de distintas religiones y confesiones cristianas, junto con sus fieles, en la Iglesia Jesuitas Valencia. De hecho, el acto se llevó a cabo en torno al lema ‘En fraternidad, caminamos hacia la paz’.
El encuentro se desarrolló en el marco del bello templo de los Jesuitas, abierto a la nueva calle peatonal recientemente dedicada al Padre Arrupe. La iglesia se encontraba adornada con palomas de cartón representando cada una de ellas uno de los dones del Espíritu Santo, con lo que se recordaba la solemnidad de Pentecostés celebrada el día anterior.
Verdaderos hermanos
El dominico Vicente Botella, delegado episcopal de Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso, en su introducción destacó lo hermoso que era “encontrarnos unidos por una causa tan noble como la paz y sintiéndonos hermanos”. Igualmente subrayó que la oración en este encuentro interreligioso “tiene una fuerza especial porque nos hace ver en el otro a un verdadero hermano”. “Hemos de reconocer que a veces no somos fieles a la fraternidad que busca la paz”, señaló Botella, quien añadió que “ésta puede ser una oportunidad para perdonar y pedir perdón. No hemos de ser obstáculo para la paz. No habrá verdadera paz si no nos reconciliamos”.
La oración se realizó teniendo presente la guerra de Ucrania, pero también “los 86 conflictos bélicos que hay en el mundo, así como en cualquier situación en la que, aun sin armas, hay violencia”, indicó el dominico.
Los representantes de las distintas religiones y confesiones cristianas, que estaban reunidos en un semicírculo alrededor de una mesita con una vela y un incensario, se fueron levantando y haciendo una meditación u oración. Terminadas cada una de las intervenciones, se acercaban para echar incienso en el incensario cuyo humo “se eleva como nuestra oración se eleva a Dios”, indicaron.
Oraciones particulares
María Moreno, coordinadora de la Asociación Brahma Kumaris, realizó una meditación señalando que “hay que experimentar la paz interior para poder compartirla con los demás”, por lo que “hace falta un cambio personal y un compromiso”. Igualmente señaló que “ser pacífico no es ser débil. La paz es una experiencia profunda de estabilidad”, para terminar diciendo que “la relación con Dios favorece la experiencia profunda de paz”.
Aunque el representante budista no pudo acudir, se leyeron algunos textos de su tradición llamando a superar las diferencias y a reconstruir un mundo sin armas.
Isaac Sananes y Rafuel Alazraki, de la comunidad israelita de Valencia, leyeron en hebreo y español unos párrafos de la oración que los judíos rezan tres veces al día pidiendo al Padre que “nos bendiga con la luz de tu presencia porque con ella nos das amor, justicia, paz y misericordia”.
El sacerdote católico Olbier Hernández; el padre Dimitru Daniel Taodere, de la Iglesia Ortodoxa Rumana en Valencia; el P. Juan Mª Tellería, de la comunión anglicana, Iglesia Española Reformada Episcopal; y Francisco Javier Piquer, presidente del Consell Evangelic de la Comunitat Valenciana leyeron poemas, elevaron oraciones o realizaron meditaciones en torno a la paz.
Por su parte, Vicente Mota, imán de la comunidad musulmana de Valencia, destacó que “los verdaderos superhéroes son los que, aun con pocos medios, luchan por iluminar la vida de los demás a través del amor, misericordia, perdón y buena palabra”. Y terminó recitando un versículo del Corán.
Rezvan Esfijariun, de la Comunidad Mundial Bahai, destacó que “nuestro mensaje es unidad en la diversidad” e instó a que “no nos miremos como extraños. Somos fruto de un solo árbol, olas de un mismo océano y estrellas de un mismo firmamento”.
Concluyó las intervenciones Mons. Esteban Escudero, obispo auxiliar emérito, quien destacó que “aquí estamos ratificando la racionalidad de las religiones frente a la irracionalidad que se les achaca; la fraternidad frente a la división que dicen crean; y la esperanza frente al pesimismo existencial que algunos ven en ellas”.
Todo la celebración estuvo ambientada por piezas musicales interpretadas por Stefany Jurenka, al arpa, y Enric Juan, al violín.