Belén Nava | 26-01-2012

Francisco Tébar (primero por la derecha) junto a un grupo de voluntarios. (Fotos: Alberto Sáiz).


Santa Teresa de Jesús aseguraba que “lee y conducirás, no leas y serás conducido”. Y es que la lectura es uno de los elementos fundamentales en la formación de la persona. Leer, de forma clásica, con un libro entre las manos, pudiendo apreciar la textura del papel entre los dedos, es ya todo un lujo. Pero un lujo al alcance de todos gracias a iniciativas como la ‘Biblioteca solidaria’, una iniciativa de la fundación católica Padre Juan Schenk, que también necesita la ayuda de todos.
La ‘Biblioteca solidaria’ en­vía periódicamente a países del Ter­cer Mundo, latinoamericanos mayormente, cargamentos con miles de libros de sus fondos para posibilitar la creación de aulas de lectura en escuelas, parroquias o misiones.
Algo que no se podrá seguir realizando si no encuentran otro local donde ubicarse. Francisco Tébar, integrante del patronato de la fundación Padre Juan Schenk, nos explica que el contrato de alquiler del actual local donde se ubica la biblioteca, ubicada en la calle Adresadors, 16 de Valencia, ha ex­­pirado. “Fue una cesión por cinco años de forma totalmente altruista, pero ahora el contrato ha vencido y debemos buscar otra ubicación para toda esta cantidad de libros”.
La ‘Biblioteca solidaria’ necesitaría que algún particular o alguna entidad les cediese un local donde poder continuar con su actividad o, en su defecto, que donase la cuantía mensual que supondría el  alquiler.
“Por el momento, y ante la búsqueda de un nuevo lugar donde ubicarnos, no podemos seguir recogiendo los libros que los particulares y editoriales como EDICEP (creada por el propio Schenk) nos han cedido. Pero sí es verdad que la ayuda de personas voluntarias siempre será bien recibida”, explica Francisco a PARAULA.
Libros para la selva
Entrar en el local que alberga a la biblioteca es como adentrarse en un mundo lleno de saber y conocimiento. Los libros se disponen en las librerías por orden alfabético y por temática. Saberes que en la era de las tabletas y los libros electrónicos pueden parecer anacrónicos, pero que mantienen el encanto de la tinta y el papel.
Además de poder ser comprados por cualquier per­sona que se acerque a la tienda, los volúmenes son enviados a misioneros valencianos que actualmente ejercen su labor pastoral en Iberoamérica.
Los envíos de libros por parte de la fundación permitieron la creación de una biblioteca en Bata (Guinea Ecuatorial), dirigida por religiosos capuchinos, y un aula de lectura en el vicariato apostólico de Requena, en la selva de la Amazonía peruana, impulsada por su obispo titular, el franciscano valenciano monseñor Juan Oliver.
Asimismo, han posibilitado ampliar los fondos de otras bibliotecas ya existentes en colegios católicos de ciudades como Tegucigalpa (Hon­­­du­ras) o Lima (Perú).
Fundación Juan Schenk
La fundación, creada por amigos del sacerdote valenciano Juan Eduardo Schenk Sanchis, fallecido en 2001, tiene como lema ‘Cultura contra la pobreza’. Su finalidad es “colaborar en la promoción de las personas sin recursos de esos países, mediante su desarrollo educativo y cultural, para favorecer su autonomía personal y evitar que sean ex­plotados”.
Asimismo, “con nuestra actividad queremos continuar con el carisma de don Juan Schenk, es decir, servir a la incul­turación del Evangelio y a la caridad de la inteligencia”.
La ‘Biblioteca solidaria’ abre sus puertas  tres días a la se­mana, los lunes, los miércoles y los viernes de 10.30 a 13.30 horas.