❐ L.B. | 04.11.2021
Aunque fueron miles las personas que visitaron los cementerios de la diócesis el pasado fin de semana, así como el lunes y martes, día de Todos los Santos y Fieles Difuntos, respectivamente, se notó mucho el efecto de la pandemia y de las restricciones recien levantadas. Las visitas fueron escalonadas y se evitaron aglomeraciones.
El arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares, visitaba el pasado martes el Cementerio General, donde presidió una misa por el eterno descanso de los fallecidos en el último año en la ciudad, con un recuerdo especial por las víctimas de la pandemia. La celebración contó con la intervención del coro parroquial de Santa María del Mar.
Previamente, el obispo auxiliar de Valencia monseñor Javier Salinas ofició, el día de Todos los Santos, en la capilla del mismo cementerio una misa por el eterno descanso de los sacerdotes fallecidos en el último año en la diócesis de Valencia.
En esta misa cantó Samuel Aranda, de la parroquia San Jerónimo. Posteriormente monseñor Salinas rezó un responso en la cripta de los sacerdotes diocesanos y ante el panteón de los canónigos de la Catedral.
Precisamente, este mes de noviembre, del 17 al 20, se celebrarán las XL Horas de adoración eucarística en el Cementerio General, cuyo capellán, Benjamín Zorrilla, subraya que la capilla del cementerio recupera desde ahora las misas diarias a las 11 horas, así como la atención personalizada.
A este respecto, hay un grupo de oración formado por voluntarios que, cuando no hay nadie que acompañe al difunto, acude y participa en la misa y reza por el alma del fallecido. Además, Zorrilla cuenta también con la colaboración de otro grupo de oración: “Es la Corte de la Virgen en la parroquia de San José Obrero de Silla, que reza el Rosario todos los días antes de la misa y cuando hay una persona que fallece sola y sin familia que le acompañe, contacto con ellos y se la dedican”, añade.