J.A. BOLUDA | 28.01.2021
El ayuntamiento de Benigànim ha llevado a cabo el proceso de rehabilitación de la casa de la beata Inés. Una casona de finales del siglo XVI y principios del XVII, levantada según el modelo de residencia burguesa valenciana, en una época de bonanza económica por el lucrativo negocio del vino y su comercio, que llenó el municipio de residencias solariegas.
Conocida también como la casa Tudela, esta casa perteneció y vivió en ella el alcalde y juez ordinario del municipio Bartolomé Tudela, que acogió a una adolescente, Josefa Teresa Almiñana -futura beata Inés- junto con su hermana al quedar estas huérfanas de padre. Fue, por tanto, el último hogar que habitó la Beata Inés (1625-1696) hasta que ingresó en el convento de las Agustinas Descalzas de Benigànim el 25 de octubre de 1643, a los 18 años.
El edificio fue testimonio de la infancia de la niña Inés y de episodios traumáticos como el que recoge la tradición de que un criado de la casa intentó abusar de la joven Inés,y que huyó por una pequeña ventana. En otra ocasión, un perro se apropió de un trozo de grasa que Bartolomé utilizaba para curarse una herida de la piel. A la vuelta de una jornada de caza y no encontrar el ungüento, el conocido como tío de la Beata acusó a Inés y le propinó dos tiros, que milagrosamente impactaron en la pared. Un suceso que ha quedado en la memoria colectiva, y en los disparos que todavía se conservan en la subida de la escalera, convertidos en lugar de peregrinaje durante siglos por los devotos y devotas de la Beata Inés.
Centro de atracción
Con esta intervención el Ayuntamiento de Benigànim apuesta y tiene como principal objetivo transformar él espacio en un centro de atracción turística y de explicación del patrimonio histórico-cultural del municipio, poniendo en valor parte del inmueble, hasta hoy prácticamente en desuso, donde la Beata pasó parte de su infancia y adolescencia ejerciendo de criada. En el huerto, a espaldas de la casa, convertido hoy en parque municipal, se conserva el naranjo que la Beata plantó del revés, que con más de 350 años está inscrito en el Catálogo de árboles monumentales de la Comunitat Valenciana.
Esta morada de propiedad municipal y elemento fundamental de la ya existente ‘Ruta de la Beata’, cuyo recorrido acoge aquellos lugares por donde transcurrió la vida de esta religiosa y que han perdurado a través de los años, albergará la recreación histórica de algunas estancias, sala de exposiciones y una retrospectiva de personajes ilustres que han trascendido dejando un importante legado religioso, cultural y artístico durante los siglos del XVII al XIX en esta villa.
Un reclamo turístico que, junto a la ya existente Casa Recuerdos de la Beata Inés inaugurada en 2017 en el convento de las Agustinas descalzas de Benigànim, convertirán a esta villa real situada en la comarca de la Vall d’Albaida en un destino patrimonial atractivo para todos aquellos devotos de la Beata Inés y amantes de la historia, el arte y la cultura.
Ete proyecto iniciará sus actividades una vez pase la pandemia.