No pudo ser en diciembre debido a la pandemia del covid-19. Sin embargo, el pasado domingo Moncada sí pudo vivir el día jubilar en el marco del Año Eucarístico del Santo Cáliz. “Un día de gracia y bendición” en el que recordó su milagro eucarístico de la venerable Inés.
C.A. | 01.07.2021
El sábado en el marco de una eucaristía presidida por el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, la parroquia San Jaime Apóstol de Moncada abrió la Puerta Santa para celebrar durante todo el domingo su Día Jubilar, en el marco del Año Eucarístico del Cáliz de la Pasión y en el que se festejó el milagro eucarístico que presenció Inés, una niña de 5 años en la Navidad de 1392, en esa misma iglesia, cuando vio al Niño Jesús en la forma que levantaba el sacerdote en el momento de la consagración durante varias misas seguidas a las que acudió con su madre. El Arzobispo se refirió a la niña Inés como una fuente de bendición para Moncada, y anunció el impulso para el proceso beatificación y canonización de la Venerable pequeña Inés, lo que fue recibido con gran alegría por la comunidad parroquial.
Fueron 24 horas de celebración jubilar “de gran intensidad, todo un día de bendición, de gracia y de misericordia”, según ha destacado el párroco, Javier Grande. Durante todo el domingo el templo permaneció abierto y el Santísimo expuesto, por lo que, según detalla el párroco, fueron muchas las personas que se acercaron a cruzar la Puerta Santa, rezar y confesarse.
Además, durante toda la jornada se celebraron diferentes misas jubilares que fueron organizada por las diferentes áreas pastorales de la parroquia. De especial emoción fue la de los enfermos y ancianos, ya que fueron los propios feligreses quienes fueron a recogerlos a sus casas, dado que habitualmente no pueden acudir a las celebraciones al templo parroquial.
El Día Jubilar se cerró con una vigilia eucarística con los jóvenes que contó con la presencia de Hermanitas del Cordero, que compartieron su testimonio.
Dos tablas del milagro
El sábado también fueron bendecidas dos tablas que reflejan dos aspectos del milagro eucarístico que aconteció en la población. En una de ellas se puede contemplar a la venerable Inés, de niña, presenciando el milagro eucarístico en la Navidad de 1392. En la otra tabla, aparece ya una Inés adulta, en la cueva donde vivió apartada en oración hasta el final de sus días, con austeridad y penitencia. Serán colocadas cerca del lugar donde por primera vez vio en las formas consagradas al niño Jesús, al “Xiquet”.
Una ruta a la cueva
La parroquia ya trabaja junto al ayuntamiento de Moncada y la Diputación de Valencia en la señalización y trazado de la senda que unirá la parroquia con la cueva situada en la Calderona donde vivía la pequeña Inés y que pasará también por su casa natal.