El pasado 8 de noviembre se cumplieron 30 años de la visita que el papa Juan Pablo II realizó a Valencia durante su primer viaje apostólico a España, en el que acudió fuera de programa a la localidad de Alzira para expresar su solidaridad con los damnificados de la rotura de la presa de Tous que se había producido dos semanas antes.
La iniciativa de que la parroquia solicitara la reliquia surgió de jóvenes feligreses, integrados en diferentes movimientos, según han indicado fuentes parroquiales. La pieza permanece en uno de los laterales del templo de la Mare de Déu del Lluch, al lado de un retrato de Juan Pablo II que se instaló cuando falleció en 2005. “Un numeroso grupo de jóvenes de la parroquia acudía a las Jornadas Mundiales de la Juventud que se organizaron bajo su pontificado, de igual forma que siguen haciéndolo ahora las nuevas generaciones de feligreses con Benedicto XVI”.
Por ello, la parroquia solicitó al Arzobispado una reliquia de Juan Pablo II poco después de su beatificación, en mayo de 2011, que monseñor Osoro entregó a una representación compuesta por numerosos jóvenes y el párroco.