C. ALBIACH | 28.01.2021
Con motivo del Año Santo Jubilar del Santo Cáliz las localidades de la archidiócesis de Valencia donde se han producidos milagros eucarísticos se convierten en lugares jubilares el día de su fiesta. Este domingo 31 es Alcoi la que conmemora el milagro del ‘Jesuset’. Así lo ha hecho desde 1568, cuando la villa hizo voto de que lo celebraría solemnemente cada año.
Era el 29 de enero de 1568 en la localidad alicantina de Alcoi, y perteneciente a la archidiócesis de Valencia, cuando Juan Prats, un tundidor de paños, entró en a la parroquia de la villa y robó del Sagrario varios objetos valiosos, entre ellos una cajita de plata que contenía unas cuarenta formas consagradas. Una vez en su casa y aprovechando que su mujer no estaba sacó lo robado y se comió las formas. Después, enterró todo envuelto en un trapo en el establo y por las prisas se dejó fuera una escudilla, que ocultó luego sin enterrarla.
Al siguiente día el sacerdote Miguel Soler descubrió cuando fue a rezar al templo descubrió el robo por lo que hizo tocar las campanas y salió corriendo gritando “busqueu al Senyor de tot lo món que ens han furtat del Sagrari”. Devotos de Alcoi y de otras localidades comenzaron la búsqueda. Entre tanto un labrador llamado Juan Esteve fue autorizado a registrar la casa de Prats, que era sospechoso. Tras dos registros el 31 de enero encontró todo lo robado y vio que en la cajetilla habían tres formas, por lo que gritó “Senyor, Dèu meu, misericòrdia”. Cuenta la tradición que en el momento del hallazgo llegó un agustino, fray Nicolás Moltó, que llevó las hostias hasta la parroquia a hombros de los vecinos. En el interrogatorio Prats confesó que había consumido todas las formas y no entendía porque habían tres.
Jesuset del Miracle
Unido a los acontecimientos del robo y hallazgo del Santísimo Sacramento está la intercesión milagrosa del ‘Jesuset del Miracle’. Según cuenta la tradición esta imagen, que era propiedad de la viuda María Miralles, vecina de Prats, inclinó su cuerpo señalando con un dedo hacia el suelo, en dirección al establo de Prats. Desde entonces esta imagen es venerada en la localidad.
Voto solemne de la villa
Un año después de estos acontecimientos los consejeros de la villa, en nombre de todos los alcoyanos, “presentes y futuros” votaron y prometieron a Dios celebrar cada 31 de enero una fiesta solemne en honor del Santísimo Sacramento. Así, desde entonces ese día Alcoi celebra una gran fiesta eucarística con una procesión del Santísimo por sus calles y la celebración de una eucaristía en la que el alcalde lee el voto solemne. A la fiesta precede la novena y el triduo que comienza con el Sermón del milagro, entre otros actos. Además, el grupo de teatro Tesalín representa todos los años el milagro y la imagen del Jesuset, patrón de los niños alcoyanos, visita los colegios. Para perpetrar el recuerdo existe la asociación ‘Jesuset del Miracle’.
Monasterio del Santo Sepulcro
Tres meses después del milagro se arregló el lugar donde tuvo lugar el hallazgo para construir una capilla en reparación del sacrilegio cometido. De hecho, años después el entonces arzobispo de Valencia, San Juan de Ribera, mandó la construcción de un gran templo, que se puso bajó la advocación del Santo Sepulcro en referencia a los tres días que estuvo Cristo en el sepulcro antes de resucitar y a los tres días que estuvieron enterradas las formas. En 1596 puso la primera piedra.
Agustinas Descalzas
San Juan de Ribera también quiso que en el monasterio hubiera una comunidad de religiosas que oraran constantemente al Santísimo Sacramento. Por este motivo fundó las Agustinas Descalzas, que llegaron en 1597. Estas religiosas custodiaron este milagro hasta el año 2013, que se trasladaron a su convento de Benigànim. Tras unos años de transición con las Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo en el año 2018 llegaron sus actuales moradoras, las Servidoras del Señor y la Virgen de Matará, pertenecientes a la familia religiosa del Instituto del Verbo Encarnado.
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