CARLOS ALBIACH| 11-04-2015
La priora Gema Juan acompaña las oraciones con el sonido de la cítara. JAVIER PEIRÓ
En las celebraciones del convento Sagrada Familia de las carmelitas descalzas de Puçol la música tiene un toque especial. Al canto habitual hay que unir la música angélical que viene de la cítara, que con mucha dulzura toca la priora, Gema Juan. Desde hace algún tiempo han incluido este instrumento peculiar y antiguo tan nombrado en los salmos. En éstos ya se hacía patente que era uno de los instrumentos predilectos para alabar a Dios.
Lea el reportaje íntegro en la edición impresa de PARAULA