DAVID AVILÉS. CORRESPONSAL | 18-09-2015
La parroquia Nuestra Señora de los Dolores de Buñol acogió la eucaristía de despedida de las Hermanas de la sagrada Familia de Burdeos y de acción de gracias por los 120 años que han permanecido en esta población llevando a cabo una intensa labor educativa, sanitaria y social, que les ha hecho merecedoras del respeto y del cariño de los vecinos.
“Hoy, después de 120 años compartiendo nuestra vida con el pueblo, no sin pena, tenemos que decirles adiós. Damos las gracias a Dios en primer lugar, a los sacerdotes de antes y de ahora, a las autoridades del pueblo, al sacristán Luis Carrascosa, que desde que era niño ha colaborado con nosotras, a las Obreras de la Cruz, a los antiguos alumnos, así como al pueblo en general.
Para nosotras todos han sido muy queridos”, indicaron durante su despedida las siete religiosas que integraban esta comunidad -la superiora, Margarita, y las hermanas Amalia, Jacinta, Mª José, Mª Ángeles, Remedios y Josefa- que no pudieron ocultar la emoción de este histórico momento. “Como no todo lo que se hace sale bien, queremos pedir disculpas por aquello en lo que les hayamos ofendido, pues fue sin querer”, añadieron. Y terminaron destacando que “nos vamos, tenemos que dejarles, pero les llevamos en nuestro corazón. En la oración les tendremos siempre presentes”.
La celebración contó con la asistencia de Arturo Ros, vicario episcopal de la zona; José Vicente Martínez, actual párroco de localidad; Luis Molina, anterior párroco; y los vicarios parroquiales, Dennis y Fernando. También acudió a la celebración de despedida el alcalde, Rafael Pérez.
Al finalizar la misa, las religiosas firmaron en el libro de honor y después se realizó un sencillo ágape, momento en el que los vecinos les mostraron su afecto.