L.A./C.A. | 06.05.2021
En lo alto de la montaña, en plena naturaleza, con unas vistas privilegiadas sobre toda Valencia, se alza a 33 kms. de la capital el santuario de la Virgen de Montiel, patrona de Benaguasil. En un entorno de silencio y recogimiento se levanta junto al santuario la Casa de Espiritualidad regida por las hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, unas instalaciones que han sido recientemente reformadas y modernizadas para acoger todo tipo de retiros, ejercicios espirituales, convivencias y actividades de diferentes grupos eclesiales, pero también para el retir o estudio.
Es un lugar clave para las propias Terciarias Capuchinas, fundadas por el valenciano fray Luis Amigó. Allí a finales del siglo XIX un grupo de chicas jóvenes comenzó una nueva forma de vida conventual, que más tarse sintieron identificadas con en el modo de vida que comenzaba Luis Amigó en Massamagrell, su localidad natal. Así, en 1885 el santuario de Montiel fue testigo del comienzo de la historia de las terciarias capuchinas.
Aquel año Valencia era azotada por una epidemia de cólera, por lo que Luis Amigó, que tenía una predilección especial por los vulnerables, mandó a las religiosas a tratar a los contagiados tanto en Benaguasil como en Massamagrell. En esta labor incluso fundó en su localidad el primer orfanato con los niños que habían perdido a sus padres por el cólera. Incluso cuatro religiosas de aquella primera comunidad de Benaguasil murieron contagiadas.
Hoy este lugar tan significativo para las Tercieras Capuchinas, como señala la superiora de esta comunidad, la hermana Regina Peral, “es una casa abierta los 365 días del año para el que quiera encontrar un lugar tranquilo y de oración”. Además de ofrecer sus instalaciones a diferentes grupos para sus actividades pastorales y retiros, así como a familias para celebraciones, también programan a lo largo del año retiros en los tiempos litúrgicos fuertes como Cuaresma y Adviento, así como ejercicios espirituales. También ofrecen charlas de formación sobre temas actuales.
La casa dispone de diferentes salones con gran capacidad, 42 habitacions sencillas o dobles, capilla y servicio de comida que ofrece menús diversos supervisados por un nutricionista. Y todo en un entorno único con jardines para estar en contacto con la naturaleza. “Para que se sientan como en casa”, apostilla.