M.J.C./B.N. 21-09-2016
Momento en el que el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, firma el acta de la sesión de apertura del proceso de canonización de monseñor Jesús Pla Gandía. A.SAIZ
Desde sus primeros feligreses de Genovés, hasta sus ex-alumnos de Moncada pasando por sus familiares más cercanos y representantes de la Iglesia que conocieron de cerca a monseñor Jesús Pla Gandía (Agullent, 1915- Valencia, 2000), llenaron la catedral de Valencia para presenciar la solemne apertura de la causa de su canonización. Un hombre -obispo auxiliar de Valencia y titular de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara- que destacó por ser un “cristiano ejemplar, de vida santa” que nos ayuda en la “apasionante tarea de renovación pastoral”, tal y como afirmó el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.
En total, once arzobispos y obispos fueron los que asistieron al acto de inicio de la causa, en el que juraron los miembros del tribunal y de las diferentes comisiones que instruirán a partir de ahora la fase diocesana del proceso de canonización, en el que trabajarán de forma conjunta las diócesis de Valencia y de Sigüenza-Guadalajara.
“En los momentos cruciales de la Iglesia, han sido siempre los santos quienes han aportado luz, vida y caminos de renovación” y, por ello, tal y como expresó el cardenal Cañizares, “necesitamos -en este tiempo crucial en el que vivimos- santos y modelos de santidad”.
El Arzobispo de Valencia calificó, igualmente, a monseñor Pla como “hombre recio, cristiano ejemplar, un sacerdote conforme al corazón de Dios, que siempre buscaba dar a los fieles lo mejor que les podía dar, la fe”.
Durante la apertura de la causa, en la que se habló sobre la figura del obispo valenciano, destacaron que monseñor Pla fue un “obispo señero” y “buen pastor, entregado a los suyos”, con una “dedicación completa a los duros trabajos del Evangelio sin escatimar nada, olvidándose de sí”.
Según aseguró el cardenal Cañizares, siendo “obispo como él”, su causa de canonización, “no sólo me emociona y llena de alegría sino que me abre un camino a seguir”.
Igualmente, el Cardenal, que dio gracias a la diócesis de Sigüenza-Guadalajara por la “comunión” -junto a la de Valencia- para llevar adelante este proceso, destacó la sencillez de monseñor Pla que “además nos enseña ante un mundo de necesidades y nuevas pobrezas, ir al grano, a lo prioritario y fundamental de las cosas”.
“Una Iglesia de santos será una Iglesia cuyos miembros unidos a Cristo serán testigos de la caridad y de la entrega servicial de los hombres, siguiendo el camino de Cristo”, añadió el Arzobispo.
Con el Cardenal participó el obispo de Sigüenza-Guadalajara, monseñor Atilano Rodríguez, que señaló el “recuerdo imborrable” que tiene de monseñor Pla de su “rostro afable, alegre y bondadoso, reflejo sin duda de su experiencia espiritual”.
Asimismo, destacó de Jesús Pla “su valentía- manifestada en sus escritos y declaraciones- a la hora de defender la fe de la Iglesia y de orientar su acción evangelizadora en unos tiempos en los que ya comenzaba a ser casi normal el pensamiento único y la dictadura del relativismo”.
De igual forma, recordó el cariño que siempre han sentido todos hacia él “por su vivencia heroica de la fe y de la esperanza, y su disposición para pedir y ofrecer el perdón a sus semejantes”.
Para la diócesis de Sigüenza-Guadalajara “es motivo de gran alegría la apertura de esta causa” y su testimonio de vida “es una llamada para todos nosotros a progresar con decisión y confianza en el camino de la santidad”.
También, monseñor Atilano Rodríguez dio gracias por participar en este encuentro eclesial de apertura de la causa de beatificación y canonización de monseñor Pla, y personalmente al Cardenal por dar los pasos necesarios para que pueda llevarse a cabo, así como a los familiares de Jesús Pla, por su “entusiasmo y acogida”.
Por su parte, el postulador de la causa, Arturo Climent Bonafé, que intervino en el acto, señaló de monseñor Pla su “entrega a Cristo y la Iglesia” y su “capacidad de tomar decisiones de gobierno”. Después de enumerar sus frutos pastorales y recordar datos de su biografía, Climent destacó del obispo Pla su “austeridad, su trabajo incansable, serenidad de espíritu, y su vocación y misión en la Iglesia”. Así, “no era amante de los honores, más bien los rehuía; tampoco pretendió privilegios especiales”, indicó.
Acto de apertura
Durante el acto de la apertura de la fase diocesana de la causa, promovida conjuntamente por el arzobispado de Valencia y el obispado de Sigüenza-Guadalajara, quedó constituido el Tribunal, la comisión de peritos en Historia y Archivística y los teólogos censores prestaron juramento.
Los miembros del tribunal se encargarán de recopilar la declaraciones de los testigos y la documentación necesaria que deberá recoger los testimonios, las pruebas y los documentos, a favor y en contra, sobre cómo monseñor Jesús Pla practicó las virtudes cardinales, teologales y las propias de su estado.
Al acto de apertura asistieron varios obispos y arzobispos de España como el Cardenal Antonio Maria Rouco, arzobispo emérito de Madrid; monseñor Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla; monseñor Santiago García Aracil, arzobispo emérito de Mérida-Badajoz; monseñor Manuel Ureña, arzobispo emérito de Zaragoza; monseñor José Gea, obispo emérito de Mondoñedo-Ferrol; monseñor Juan Piris, obispo emérito de Lleida; monseñor Jesús Murgui, obispo de Orihuela-Alicante; monseñor Victorio Oliver, obispo emérito de Orihuela-Alicante; monseñor Vicente Juan, obispo de Ibiza y el obispo auxiliar de Valencia, monseñor Esteban Escudero.
Igualmente, en los primeros bancos de la Catedral de Valencia se encontraban familiares de monseñor Pla, muchos de ellos procedentes de la localidad de Agullent, en donde nació. También, participaron vecinos y fieles de la localidad de Moncada, en donde fue director espiritual del Seminario Mayor y párroco, y de la localidad de Genovés, su primer destino parroquial, desde donde se desplazaron en autobús hasta Valencia.
Cuando concluya la fase diocesana, la documentación se enviará a Roma para que continúe el proceso en la Congregación vaticana para las Causas de los Santos. Allí “realizarán los estudios pertinentes para que, llegado el caso, monseñor Pla pueda ser declarado beato y posteriormente santo”.
La Santa Sede dio su autorización para la apertura de la causa de canonización el pasado mes de julio. Así, la Congregación para las Causas de los Santos dio su preceptivo ‘nihil obstat’ (nada hay en contra) para el comienzo de la causa de canonización del obispo.
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