BELÉN NAVA 27-05-2016
La plaza de la Virgen, atestada el pasado domingo de familias que piden a la Consellería de Educación que garantice la libertad de enseñanza y el derecho a elegir el tipo de enseñanza que quieren para sus hijos. A.SAIZ
En un típico día de verano -las temperaturas y el sol así lo atestiguaban- miles de familias valencianas junto con los responsables y profesores de los centros de enseñanza de su hijos se lanzaron a la calle para defender la libertad en el ámbito educativo.
A las doce del mediodía, la plaza de la Virgen era incapaz de acoger a la gente que, desde las calles adyacentes como Navellos o el Miguelete, trataban de acceder al núcleo de la concentración’. Muchos de ellos acababan de bajar de autobuses procedentes de la capital y la provincia de Valencia, así como de Alicante y Castellón, desde donde llegaron 20 y 6 autobuses, respectivamente, además de Murcia.
La protesta, que llevaba por lema ‘Un concierto por los conciertos’ y que fue amenizada por una banda con más de cien músicos formada por alumnos y sus familias, así como profesores de centros concertados, fue convocada por ESCACV en colaboración con la Fundación de Colegios Diocesanos.
Además, la concentración aglutinó a toda la escuela privada concertada de la Comunidad Valenciana y contó con el respaldo de los sindicatos FSIE (Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza) y USO (Unión Sindical Obrera) así como de la Mesa por la Educación en Libertad y por la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia (FECEVAL).
El llamado ‘arreglo escolar’ propuesto por la consellería de Educación conlleva el cierre de 18 aulas, la no concertación de más de 20 unidades aún teniendo la ratio suficiente, y la pérdida de apoyos educativos.
El ‘arreglo escolar’ se ha realizado sin el mínimo diálogo con los sectores afectados y “sólo responde a la pura planificación administrativa a partir de una concepción de la escuela concertada como subsidiaria de la pública, a pesar de que la legislación habla de complementariedad de redes”, explican desde Escuelas Católicas. Por ello, Escuelas Católicas hace un llamamiento a la unidad de la escuela concertada que “en estos momentos se ve amenazada y donde muchos trabajadores ven ahora comprometido su futuro”.
Derecho para elegir
La concentración, según el manifiesto final que leyó Vicenta Rodríguez, presidenta de Escuelas Católicas de la Comunidad Valenciana (ESCACV), fue organizada “porque creemos en la libertad de los profesores para enseñar, en la de los titulares para crear centros y en la libertad de educación”, y también para recordar que la administración “es el garante de un derecho constitucional de los padres para elegir y debe facilitarlo, no pisotearlo”.
“No queremos un modelo único y centralizado” y “proponemos un pacto educativo alejado de los vaivenes políticos”, remarcó Rodríguez, que además destacó que “creemos en una red pública de centros educativos de calidad y también en la educación concertada, porque pueden y deben convivir ya que somos complementarias”.
Igualmente, en la educación concertada “no hay barra libre, ahorra cada año más de 6.000 millones al Estado, no malgastamos ni derrochamos el dinero público”, recalcó la presidenta de Escuelas Católicas, que también subrayó que los centros concertados fueron “pioneros a la hora de extender la educación a colectivos excluidos” y recordó que este año fueron suprimidas 18 aulas de la concertada.
A partir de ahora, “vamos a esperar a que la conselleria de Educación y su conseller, Vicent Marzà, nos inviten a hablar, comentar y dialogar, o si siguen empeñados en hacer una política educativa orientada sólo a la escuela pública, ignorando al 30 por ciento de valencianos que estudian en la concertada”, explicó.
La concentración “nos hace más fuertes para seguir defendiendo nuestros derechos y los de los padres, porque la pluralidad es buena y necesaria y no se puede tener un sistema educativo en el que solo haya un tipo de escuela”.
Protesta pacífica pero reivindicativa
Por su lado, en la protesta, convocada “de forma pacífica pero también reivindicativa”, desde la Confederación de Padres de Familia y Padres de Alumnos de la Comunidad Valenciana (CONCAPA-CV) leyeron un manifiesto en el que señalaron que “el Gobierno valenciano está cerrando aulas en barrios deprimidos y no autoriza conciertos de Formación Profesional”, dijo la presidenta de esta entidad, Julia Llopis.
“Los padres tenemos libertad de elección”, defendieron desde CONCAPA, y precisaron que “los centros concertados realizan una labor social impresionante porque somos familias humildes y trabajadoras, de muchas clases sociales, culturas y razas, porque la escuela concertada no es privilegiada ni somos ricos”.