Eduardo Martínez | 12-07-2019
Guillermo Gómez-Ferrer durante su entrevista en 8 Mediterráneo.
La ‘inteligencia religiosa’ es una manera de mirar y entender la realidad que incluye la fe como forma de conocimiento, abierta siempre a la interacción con otros saberes. Así lo explica el profesor valenciano Guillermo Gómez-Ferrer en el libro que acaba de publicar con ese mismo título: ‘La inteligencia religiosa’. Ésta –asegura– contribuye a quien la ponga en práctica a tener una visión de la realidad más completa, profunda y con un sentido mayor, particularmente ante las preguntas últimas de la vida o ante las experiencias vitales que desafían más seriamente nuestro entendimiento, como el dolor o el sufrimiento. Se trata, además, de una herramienta valiosa para que los profesores y los padres puedan transmitir la fe a los más jóvenes. Guillermo Gómez-Ferrer no sólo ha teorizado sobre todo ello, sino que lo ha experimentado en su propia vida, tanto como profesor –es el actual vicedecano del grado de Multimedia de la Universidad Católica de Valencia (UCV)– como incesante buscador de la verdad, un proceso que le llevó de la fe al ateísmo y, de nuevo, al reencuentro con el cristianismo tras un acontecimiento familiar límite. En una reciente entrevista concedida al programa ‘Encuentros’ de La Ocho Mediterráneo habló de todo ello.
– ¿Cuál es el significado del concepto de ‘inteligencia religiosa’?
– Si lo tuviéramos que definir como una idea concreta, diríamos que es una forma propia de conocer lo religioso o una forma de enfrentarse a la realidad desde la perspectiva religiosa. Por ejemplo, igual que cuando tenemos que comprender una obra de arte utilizamos un método que le es propio, la estética, este libro pretende proponer otro método de mirar la realidad desde otra perspectiva específica, que es la religiosa. En Teoría de la Comunicación [una de las asignaturas que imparte en la UCV] hay una idea que sirve también para comprender esto: el lenguaje, las palabras tienen una doble realidad. Una podríamos llamarla ‘de primer orden’, según la cual las cosas tienen un significado compartido por todos, de modo que cuando las nombramos todos entendemos de qué se tratan. Así, si yo me refiero a la palabra ‘camisa’, todos comprendemos perfectamente que se trata de la realidad física de una prenda de vestir. Pero hay un ‘segundo orden’ de significado, que son las connotaciones de esos mismos objetos, los significados que cada uno interpretamos de ellos. Por ejemplo, una camisa puede ser para uno un signo de un estilo determinado de vestir y para mí significar, sin embargo, un regalo de mi mujer, lo cual evoca a una relación con una persona. Desde esta segunda realidad, desde esta interpretación que hacemos de las cosas, es desde donde digo que la religión nos permite comprender mejor la realidad y no quedarnos sólo con el dato, sino ver además qué nos dice ese dato sobre la vida en distintos niveles.

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