L.B. | 24-10-2019
Nacieron el 12 de abril de 1889 -festividad de la Virgen de los Dolores- en Massamagrell. Su fundador, el fraile capuchino valenciano Luis Amigó, inspiró a los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, más conocidos como Amigonianos, una pedagogía propia -‘pedagogía del amor’- que aún hoy siguen aplicando en sus colegios y centros educativos especializados.
Inicialmente, fueron catorce los terciarios capuchinos que siguieron al P. Luis Amigó en su fundación. Actualmente, la congregación está formada por 346 religiosos, y se encuentra presente en
21 países de Europa, África, América y Asia.
La actividad de los religiosos Amigonianos se orientó en un primer momento a la sanidad, la enseñanza y la atención de encarcelados, pero desde 1902, su misión se centró en la enseñanza de los acogidos en las Escuelas de Reforma y Correccionales. En la actualidad, la congregación ejerce la educación en colegios, a la vez que acoge a jóvenes con problemas de conducta, familiares o de adicciones, jóvenes en conflicto con la justicia, vulnerables por su situación social y económica, niños de la calle, niños maltratados y también menores maltratadores, en sus centros de acogida de menores y centros de reeducación. Además, los Terciarios Capuchinos están al cargo de distintas parroquias.
Para ejercer su labor, los religiosos cuentan con la colaboración de toda la familia amigoniana, integrada también por las religiosas Terciarias Capuchinas, así como por niños, jóvenes y adultos que
se forman y viven su fe al estilo del P. Luis Amigó, cuyo ‘Día’ acaban de celebrar.

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