FCAPA. FEDERACIÓN CATÓLICA DE ASOCIACIONES DE PADRES DE ALUMNOS DE VALENCIA 8-06-2016
FCAPA expresa públicamente su total comunión y su agradecimiento y apoyo al Cardenal D. Antonio Cañiza-res, Arzobispo de Valencia. En estos momentos de injusta persecución manifestamos nuestra comunión, agradecimiento y apoyo a su persona y a su labor pastoral. Es injusta porque es una mera cuestión ideológica la que mueve a grupos y personas a fijar al Cardenal como blanco de sus críticas.
Es injusta porque no se basa en las palabras del Sr. Cardenal, que o no se han leído o no se han sabido o querido entender, sino en interpretaciones incorrectas: nada hay en lo dicho por nuestro Pastor que incite al odio o al desprecio a nadie, sea de la condición que sea en cualquiera de los ámbitos personal, social, familiar, sexual, religioso o racial. Es injusta pues pretende cercenar la libertad de expresión del Sr. Cardenal y, de paso, de todos aquellos que no compartan la ideología hoy dominante.
FCAPA agradece, especialmente, su abundante Magisterio sobre la familia, el matrimonio y la defensa de la vida humana y de la libertad de educación. Agradecemos su constante preocupación por la familia, manifestada en su abundante Magisterio sobre esta cuestión fundamental, que está vinculada directamente con las de la defensa de la vida, el matrimonio y la libertad de educación, ámbitos en los que FCAPA desarrolla también su trabajo de formación. Se manifiesta, además, esta preocupación en su quehacer pastoral cotidiano así como en su actividad al frente de la Universidad Católica de Valencia, al proponer recientemente a la familia como nota distintiva en el trabajo de esta institución.
Gracias, Eminencia, por recordarnos que el futuro de la humanidad se juega en la familia. Gracias por recordar, en su homilía del pasado 16 de mayo, que “atendiendo a las necesidades más urgentes y apremiantes del momento actual, el Papa Francisco con su Exhortación Apostólica Amoris laetitia nos confirma en la urgencia de apostar y trabajar en favor del matrimonio y de la familia, y dedicar a esa tarea nuestros mejores esfuerzos y mayores energías, así como la sabiduría y cuantos medios Dios nos conceda.” Gracias también, Sr. Cardenal, por su apoyo decidido a la tarea educativa de los padres, que recordaba en la misma ocasión: “El matrimonio y la familia, su imprescindible e inalienable misión y labor educativa como prolongación de la transmisión de la vida, por lo demás, son la entraña misma de la vida de la Iglesia y de su misión.” Pocos días después, el 31 de mayo, en la conferencia dictada en el Colegio Sagrada Familia de Valencia (Patronato de la Juventud Obrera), recordaba Vd. que la familia enseña el «arte de vivir, desde el amor y la vida. Aquí se inserta, precisamente, la tarea de la educación, tanto de los padres como de la escuela.» En ese mismo acto realizó también, atento a la realidad actual, una defensa de la escuela concertada, del derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, reconocido en el art. 27 de la Constitución Española.
FCAPA agradece también, y comparte plenamente, su denuncia de la ideología de género. Esa ideología es una teoría pseudocientífica alejada de una comprensión cabal de la naturaleza humana, es una antropología totalmente errónea. Su denuncia de esa ideología, que también ha sido un ámbito de trabajo de FCAPA, está en plena comunión y continuidad con el pensamiento de los últimos pontífices.
El 21 de marzo de 2015, en un discurso dirigido a los jóvenes durante su visita a Nápoles, Francisco -al que algunos dicen admirar tanto- habló de “ese error de la mente humana que es la teoría del gender, que crea tanta confusión. Así la familia se ve atacada. ¿Qué se puede hacer con la secularización en acción? ¿Cómo proceder con estas colonizaciones ideológicas?” El entonces Cardenal Bergoglio fue uno de los inspiradores del Documento Conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, cele-brada en Aparecida. En el nº 40 se indicaba que “entre los presupuestos que debilitan y menoscaban la vida familiar, encontramos la ideología de género.” La denuncia del Cardenal Cañizares, pues, lejos de lo que algunos dicen, se inserta plenamente en la tradición de la Iglesia, basada en una recta antropología, y no agrede o insulta a nadie, sino que describe una situación objetiva.