Eduardo Martínez | 1-03-2018
Procesión con el Santísimo por las calles de Catarroja desde la parroquia de El Pilar hasta la de María Madre de la Iglesia. (FOTO: ALBERTO SÁIZ)“Acoger a Dios en el silencio de la adoración para después decir a la gente lo que hemos escuchado de Él en ese momento de intimidad”. A tal actitud invitó el arzobispo de Valencia a los fieles congregados el pasado domingo en la inauguración de la capilla de adoración eucarística perpetua de Catarroja. La capilla –la cuarta de estas características en la archidiócesis valentina, al sumarse a las que hay en la capital valenciana y en Alzira y Gandia– está situada en la parroquia María Madre de la Iglesia.
Antes de iniciar su andadura oficial, el cardenal Antonio Cañizares ofició una misa en la parroquia hermana de El Pilar. A su término, él mismo llevó al Santísimo bajo palio en una solemne procesión hasta la capilla de la parroquia María Madre de la Iglesia.
La procesión estuvo acompañada por cantos eucarísticos dirigidos por el párroco, José Vicente Alberola, y seguidos por los numerosos fieles de Catarroja y de poblaciones próximas que se dieron cita. Durante el recorrido por las calles de la población, muchos vecinos ajenos a lo que allí se celebraba se asomaban por las ventanas de sus casas; otros se arrodillaban al paso de Jesús Sacramentado; y a otros tantos les alcanzaba aquel acontecimiento dentro del bar. Y como en un reflejo del evangelio del sembrador, unos salían afuera a comprobar qué era aquel río de gente y otros permanecían en sus mesas jugando al dominó o viendo el partido de fútbol. Otras semillas seguirán cayendo para ellos…
En su homilía en la parroquia de El Pilar, el cardenal Cañizares –en presencia, entre otros, del alcalde del municipio, Jesús Monzó– aseguró que “la adoración es un don, una gracia, y por eso sólo puede ofrecerse humildemente como un gesto de amistad, no con la fuerza, no se impone, sino que se muestra, se ofrece como una invitación a la libertad, tiene como métodos propios de comunicación el testimonio y el diálogo y como criterio el amor y la misericordia, busca en todas circunstancias el bien integral de la persona y trata de cooperar con todos en el esfuerzo por el bien común. Esto es lo que separa el cristianismo de las ideologías, y ello permite al cristianismo ofrecer una auténtica novedad en nuestro tiempo”.
La Iglesia –añadió– “no tiene otra palabra, ni otra riqueza, ni otra fuerza que Cristo, pero ésta ni la puede olvidar, ni la debe silenciar”, y “hemos de ofrecerla con sencillez y transparencia a todos”. “Anunciar a Cristo no es dominar el mundo es servirle y dar la buena noticia a los pobres de que Dios nos hace hijos y hermanos”, precisó.
Concluyó su homilía el arzobispo de Valencia dando “gracias a todos, pero sobre todo a Dios, que nos hace participar ahora de ese gozo de estar con Él que nada ni nadie nos puede arrebatar”.
La capilla de adoración eucarística perpetua de Catarroja comienza con todos los turnos cubiertos por un total de 270 adoradores, según ha explicado su coordinador general, Joan Contell. “Esperamos que en los próximos días puedan unirse todavía más y así reforzar algunas franjas horarias, como las madrugadas y los fines de semana, sobre todo, a la hora de comer, que son las más difíciles”, ha añadido.
Los adoradores voluntarios que cubrirán todos los turnos provienen tanto de Catarroja como de localidades del arciprestazgo Mare de Déu del Do, como Alfafar, Silla, Sedaví, Picassent, Alcàsser, Benetússer, Catarroja y Albal, en cuyas parroquias se han organizado reuniones informativas en los últimos meses.
Aquellas personas que deseen inscribirse como adoradores pueden contactar con la organización a través del teléfono 619 971 267 o del correo electrónico adoracionperpetuacatarroja@gmail.com.

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