M.A. | 26-05-2017
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, instó a las familias y a los centros de iniciativa social a ofrecer “una verdadera educación, de máxima calidad, inseparable del bien de la persona y del bien común, que sea una educación de dignidad de la persona humana para hacer una sociedad donde los primeros sean los últimos”.
El Arzobispo presidió el pasado sábado 20 en la Facultad de Teología de Valencia el encuentro preparatorio del I Congreso Interdiocesano de Educación que se celebrará en octubre bajo el lema ‘La educación: un reto a los padres, a la Iglesia, y a la sociedad’, organizado conjuntamente por las diócesis de Valencia, Segorbe-Castellón y Orihuela-Alicante.
En la presentación del encuentro, el Cardenal defendió el derecho a la libertad de enseñanza de los padres y de los alumnos, y explicó que “educar es hacer posible el desarrollo pleno e integral de la persona humana, enseñar a ser hombre cabal, que pueda ser más y no solamente tener más, y también es evangelizar”.
Misión de los padres
“El hombre nace para ser educado y el deber de sus progenitores, de la sociedad y de la Iglesia es ofrecer ese ámbito que necesita para ser”, indicó el Cardenal, quien añadió que “hoy parece que quien educa es, o debe de ser, el Estado, no la familia, y no es así como se estableció en el debate de la Constitución Española, en el artículo 27”.
También insistió en que padres y maestros “no pueden abdicar de la misión y responsabilidad que les corresponde, que es la educación de nuevas generaciones, porque lo que está en juego es el hombre y el bien común de la sociedad”. Según sus palabras, “hoy la familia ha perdido capacidad, fuerza y posibilidades de educar, que le corresponde por naturaleza; a veces se le arrebata su misión educadora, otras veces son las familias las que dejan esa tarea a la escuela”.
El problema de la educación en la actualidad “no es ya la escolarización, hoy son otros los problemas, como reflejó la manifestación que hizo salir a más de 60.000 personas en Valencia”, alertó el titular de la archidiócesis, quien hizo hincapié en que los actuales sistemas educativos “han fracasado, no por aspectos organizativos y estructurales ni por el nivel de conocimientos, sino porque realmente no se educa”.
Asimismo, defendió la libertad de enseñanza y subrayó que la enseñanza en las sociedades libres y democráticas “no es, ni debe ser en absoluto, un monopolio estatal”. Tanto los centros escolares que crea el Estado como los promovidos por la iniciativa social conforme al bien común “han de recibir igual trato, o similar, por la Ley y la Administración. No se puede decir, conforme a la Constitución y a los Derechos Humanos, que la escuela estatal tiene más derechos que la de iniciativa social, porque quienes tienen los derechos son los alumnos, son los padres”, aseveró.
“Este congreso debe defender el derecho a la libertad de enseñanza, tanto de los padres como de los alumnos, que debe ser garantizado por las fuerzas políticas de nuestra Comunitat Valenciana”, indicó el cardenal Cañizares.
El encuentro se desarrolló en Valencia el sábado por la tarde y en Castellón el mismo día por la mañana, con la participación también del cardenal Cañizares, junto con el obispo de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente.
Mons. Sebastián: “Lo primero para educar: amar”
En el encuentro fue proyectada una conferencia del cardenal Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona-Tudela, que no pudo estar presente en el acto. Según sus palabras, “enseñar no es educar” ya que “educar es algo mucho más profundo: es enseñar a vivir como persona, entrar en esa intimidad de la persona donde cada cual se va construyendo a sí mismo”.
En su ponencia, basada en las palabras del papa Francisco en la exhortación apostólica ‘Amoris laetitia’, el cardenal Sebastián recordó que el Pontífice “acentúa la importancia de la educación moral, es decir, la educación de la voluntad, la educación en el amar, la educación de los afectos, de los ideales, del comportamiento”.
“Para educar la primera condición es amar”, señala el Cardenal, quien apunta que “educar es ayudar a ‘ser’ y debe llevar consigo siempre el ejercicio del amor”, señaló, y añadió que “en la educación católica tenemos como modelo humano a Jesús” por tanto “educar es ayudar a ser persona de la mejor manera posible pero el modelo supremo de existencia humana y de calidad moral es Jesús”.
También hizo hincapié en que “para los cristianos, educar es evangelizar y el primer educador debe ser la familia entera, que es parte del triángulo educador el que tienen que estar integrados y coordinados la familia, el colegio y la parroquia”.
Por último, en su ponencia apuntó como factores fundamentales en la educación “seleccionar y formar a los profesores; integrar a los padres; organizar actividades prácticas y formativas extraescolares; insertar a los alumnos en las instituciones de la Iglesia; y orientarlos desde la adolescencia”.