AVAN | 4-11-2012
Un total de siete réplicas de la reliquia del Santo Cáliz han sido entregadas por el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, en la eucaristía en la Catedral que presidió con motivo de la fiesta anual del Santo Cáliz de la Última Cena. Las réplicas fueron entregadas con la intención de “que contribuyan a crecer a las comunidades que lo reciben en la contemplación y la adoración del misterio de la Eucaristía y que ayuden a no olvidar a Dios, porque ése es el drama mayor que puede existir en la historia”, según indicó el Arzobispo.
En la misa concelebraron monseñor Vicente Juan, obispo de Ibiza, a cuya diócesis se entregó una de las réplicas, y más de cuarenta sacerdotes. La réplica del Santo Cáliz fue entregada a la diócesis de Ibiza, por haber acogido el Santo Cáliz mientras Valencia estuvo asediada por las tropas napoleónicas, durante la guerra de la Independencia de 1810 a 1812. Además, monseñor Osoro entregó otra réplica a la Real Basílica de los Desamparados por el fin de las obras de restauración y al convento franciscano de la Purísima Concepción, de Benissa, por su cuarto centenario.
Asimismo, el inspector salesiano Juan Bosco Sancho recibió otra réplica del Santo Cáliz por la visita a Valencia de la reliquia de San Juan Bosco, fundador de los Salesianos.
Las parroquias de Nuestra Señora del Terramelar, de Paterna, la Asunción de Nuestra Señora, de Oliva, y la de San Sebastián Mártir, de Sot de Chera, recibieron cada una de ellas otra réplica también como las que se otorgan cada año a las parroquias que han destacado bien por haber restaurado sus templos o por su labor pastoral.
“Celebrar la fiesta del Santo Cáliz nos ayuda a no olvidar a Dios y a identificar nuestra vida con el modo de cambiar la historia y el corazón de los hombres, tal y como el Señor nos ha enseñado, dando su vida”, insistió el prelado en su homilía, en la que exhortó a que “crezca en todos nosotros esa capacidad de adoración necesaria para el hombre que se pone delante de Dios, sabiendo que el que hace crecer todo es Dios y su amor, no nosotros”.
En la misa participaron centenares de personas que llenaron la Catedral, entre ellas representantes de las comunidades parroquiales, diocesanas y religiosas que han recibido las réplicas, así como miembros de la Real Cofradía del Santo Cáliz, creada con el fin de promover y fomentar el culto al Santo Grial que, según la tradición, empleó Jesucristo en la Última Cena, y que se venera en la Catedral de Valencia desde el siglo XV.
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