María José Rodríguez, enfermera de La Fe y voluntaria en la ONG Intervención, Ayuda y Emergencia.

❐ AMPARO CASTELLANO | 23.02.2023
13,5 millones de afectados. Como si Grecia entera cayera de golpe. Conversamos con María José Rodríguez, rescatadora en Turquía, “no me los quito de la cabeza”, nos dice. Con el dolor que va a suponer encontrar a las víctimas que no llegaron a ser rescatadas, y los niños que hay que vigilar para que no caigan en las redes de la corrupción, como ya ha ocurrido en Ucrania, donde centenares de niños han sido separados de sus familias a la fuerza. Los voluntarios seguirán en la ayuda humanitaria a petición del Gobierno turco para garantizar la transparencia. “Y que se dejen asesorar rápidamente por las organizaciones expertas para la protección a los niños”.

Eres voluntaria a través de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencia. Hay que tener una “pasta especial” para ser como tú, con la fortaleza de estar allí. Además de la tragedia de la guerra estamos emocionalmente devastados por el sufrimiento en Turquía y Siria, aunque suponemos que la realidad allí será mucho más cruda que las imágenes que nos están llegando.

Sí, sin duda, porque las zonas están completamente devastadas. Y, sobre todo, ahora se han ido los equipos de rescate y queda la segunda parte, la maquinaria. No me quito de la cabeza pensar que todavía hay gente, y no sabemos cuál será el futuro de estas personas que estén atrapadas y siguen con vida, o si ya, el hormigón…Es algo que no me quito de la cabeza.

Precisamente tú que eres experta como voluntaria en catástrofes, las condiciones de los enterramientos han permitido superar temperaturas de siete grados bajo cero. Habéis visto milagros de supervivencia, donde la vida de abre paso, y se han rescatado a muchos entre ellos muchos ‘niños milagro’.

Depende de la fortaleza de la persona, pero al estar en espacios tan pequeños y con un enterramiento tan profundo, hay gente que ha quedado resguardada del frío. A los once días y sin beber, la gente que encuentran ha de tener una fortaleza enorme.

Una de las cosas que más nos preocupan es qué va a pasar con todos esos niños que están todavía sin identificar, o que han perdido a sus familias, o ambas cosas. Está pasando en la guerra de Rusia con Ucrania, donde se ha separado a muchos niños de sus padres a la fuerza. Qué vigilancia hay, cuando hemos conocido que la “niña milagro” -rescatada de los escombros aún con el cordón umbilical- la intentaron secuestrar en el hospital donde está en la incubadora.

Los países tienen unos protocolos para proteger a sus niños, pero ante esta debacle, hay grandes organizaciones no gubernamentales expertas en el cuidado infantil como Cruz Roja, Save the Children y otros, saben trabajar en estas catástrofes y desde el primer momento han puesto sus protocolos en marcha. Y de hecho ayudan y asesoran al Gobierno de Turquía, para que puedan saber discernir, saber identificar a todos estos niños, cuáles son los niños más vulnerables, etc. Esto es distinto a todo lo que hemos vivido porque son 13,5 millones de afectados, es que es muchísimo. Es un área como Grecia entera, el área geográfica toda ella afectada. Esperemos que dejen actuar rápidamente -enfatiza- a estas organizaciones expertas y que el Gobierno se deje asesorar y empiece a trabajar.

Tú y la organización donde estás, habéis hecho una labor inmensa, y la seguís haciendo, a través del llamamiento continuo. Ahora estáis en una campaña de ayuda, y de hecho habéis mantenido una reunión con la Generalitat.

Ahora mismo estamos en contacto con el Gobierno turco. Les hemos pedido los papeles, porque nos demandan ayuda de materiales, etc. y queremos que esté avalado por el Gobierno, que no sea la ONG la que diga queremos recoger ropa o tal o cual cosa, y a llevarla por nuestra cuenta. No. Todo tiene que estar bien estructurado y bien conectado y bien articulado, para que la ayuda sea efectiva y no fallemos. Si todas las ONG nos ponemos a recoger ropa, que en este momento no les hace falta, o comida que tampoco les hace falta… Tenemos que organizarnos y ver qué necesitan y cómo hacerlo llegar. El Gobierno turco se puso en contacto con nosotros antes de salir, y nos afirmó que sí, que quería que hiciéramos ayuda humanitaria, y que fuéramos los voluntarios también para que se viera que hay transparencia. Que todo iba a llegar y lo repartiéramos nosotros para que se vea que todo llega. Y ahí estamos. Y también en contacto con la Generalitat Valenciana que va a ayudar para ultimar los detalles de permisos, papeles..qué es la donación etc. Cuando lo tengamos todo bien estructurado, vamos a hacer un llamamiento a ayuntamientos y a empresarios para que puedan hacer aportaciones para lo que nos han demandado. Lo que sí sabemos es que quieren sacos de dormir, cocinas de camping.. pero hay que tener claro lo que necesitan, y lo informaremos cuando todo esté organizado para que se sepa dónde se pueden hacer las aportaciones.

Nuestras puertas siempre están abiertas para que nos informéis. Lo que habéis hecho es digno de elogio, y no nos cansamos de agradecer vuestras fuerzas hasta la extenuación.

Quiero decir que estamos muy agradecidos a todo lo que nos transmitís con vuestro agradecimiento. Pero nosotros somos los de siempre, un grupo de voluntarios que llevamos 25 años, que es el terremoto número 12, y que cada vez que ocurre un desastre nos “llama”algo hace que nos organicemos rápidamente, somos una familia, lo hacemos casi “egoístamente” porque es una satisfacción para nosotros, no nos cuesta nada.