Redacción | 10-04-2013
La celebración había sido especialmente preparada por los animadores de los grupos quienes colocaron unas cuerdas que, partiendo desde el Sagrario se dirigían a todas las personas presentes. Con ello simbolizaban que con ‘correas de amor’ el Padre atrae desde la Eucaristía y desde la Palabra, día a día, con el propósito de actualizar al máximo cada uno de los temas del IDR.
Cada animador entregó a los miembros de su grupo, además de la estampa del ‘Padre Nuestro’, una pulsera en la que está escrita la oración. Como colofón de la celebración, cada uno de los asistentes ató la pulsera a la muñeca de su compañero para, de este modo, hacer más patente y presente el hecho de que el Señor nos atrae ‘con correas de amor’.