En la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con un ejemplar de PARAULA. (Foto: E.M.)Se ha escrito tanto de ella desde que falleció al pasado viernes, tanto bueno, justo y necesario, que cuesta añadir algo más, aunque sea poco, sin caer en la reiteración. Y sin embargo, desde PARAULA no quisiéramos cerrar edición sin un gracias de corazón a Dios por ese regalo que fue, también para todos nosotros, Paloma Gómez Borrero.
A quienes nos dedicamos a contar los hechos y testimonios de este Pueblo de Dios que camina en esta diócesis de Valencia, a la que ella tanto quería, Paloma nos fue también de gran ayuda.
Ya fuera en la inolvidable beatificación de los más de 230 mártires valencianos en 2001 en Roma por San Juan Pablo II, o en la de Juana María Condesa, o en el V EMF en Valencia, o cada vez que había protagonista valenciano en la Ciudad eterna.
Su inconfundible sello, su quehacer profesional, siempre alegre y entusiasta a pesar de los años -ha muerto al pie del cañón con 82-, su disponibilidad permanente a facilitar el trabajo a todos, y no sólo de palabra sino de obra, y no sólo en lo profesional sino en lo personal, y no sólo en su oficina sino en su propia casa… le granjeó el respeto y el cariño no sólo de sus lectores, oyentes, o televidentes, sino también, y eso sí que es insólito, de sus compañeros de profesión.
Siempre regaló el mejor ánimo, las palabras de estímulo y de apoyo, la comprensión ante los errores. Jamás sembró cizaña.
Desde Roma fue amiga y admiradora de PARAULA, de AVAN y así nos lo expresaba ella misma cuando venía por esta su amada Valencia.
Gracias, Señor, por Paloma Gómez Borrero.
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Paloma Gómez Borrero fallecía el pasado viernes en Madrid a los 82 años, como consecuencia de un cáncer de hígado fulminante que le había sido detectado apenas dos semanas antes.
Su cadáver fue trasladado al tanatorio madrileño de Tres Cantos, en donde se instaló la capilla ardiente, se ofreció una misa por su alma y, posteriormente, fue incinerada.
Estaba casada con el piloto de aviación militar italiano Alberto de Marchis con quien tuvo tres hijos: Ranieri, Carlos y Giorgio.
Paloma Gómez Borrero, madrileña de nacimiento, cursó los estudios de Periodismo en la Escuela Oficial, desarrolló gran parte de su actividad profesional de periodista en Italia y el Vaticano como corresponsal de RTVE (entre 1976 y 1983) y la COPE (1984 y 2012) y estaba en posesión de numerosos premios y distinciones.
Desde el Vaticano, informó para RTVE de los últimos años del papa Pablo VI, la efímera etapa de Juan Pablo I y los primeros años de Juan Pablo II. Fue relevada en esa delegación en diciembre de 1983 por Enrique Vázquez, poco después solicitó un año de excedencia en el medio público y se incorporó, en marzo de 1984, a COPE como corresponsal volante para acontecimientos en Europa y especialmente en Italia.
Desde ese momento se encargó de la corresponsalía de la emisora en la Santa Sede y cubrió los viajes papales, entre ellos, los realizados a España o el histórico a Cuba. En septiembre de 2012 le relevó como corresponsal de la COPE en El Vaticano Paloma García Ovejero, aunque ella siguió colaborando con la cadena de radio desde su residencia romana.
Simultaneó sus responsabilidades con la COPE con apariciones en espacios televisivos. Entre abril y mayo de 1987 regresó a TVE como colaboradora del espacio ‘Por la mañana’, presentado por Jesús Hermida.
A ese mismo espacio volvió el 1 de septiembre de 2014 en la etapa de Mariló Montero para intervenir en la tertulia de Inés Ballester ‘Amigas y conocidas’.
También colaboró con María Teresa Campos en varios de sus espacios televisivos, tanto en TVE como en Telecinco y participó en ‘Channel no. 4’ (Cuatro, 2006) y ‘La noria’ (2007, Telecinco).
Junto con Ana Blanco, en febrero de 2013 retransmitió para TVE los últimos actos del dimisionario papa Benedicto XVI, y en los días siguientes participó en 13 TV en los espacios sobre la elección del nuevo papa, Francisco.