Redacción| 14-11-2013
El papa Francisco manifestó el pasado domingo día 10, después de rezar la oración del ángelus, su profundo dolor por los sufrimientos y muerte que el tifón Haiyan Yolanda ha causado en la población de Filipinas. El número de muertos es incierto, las cifras varían desde los 1.200 de la Cruz Roja a los más de 12.000 estimados por autoridades locales.
“Deseo asegurar -dijo el papa Francisco- mi cercanía a las poblaciones de las Filipinas y de esa región que fueron golpeadas por un terrible ciclón. Lamentablemente las víctimas fueron tantas y los daños enormes. Recemos unos instantes en silencio y después a la Virgen por estos nuestros hermanos, y tratemos de hacerles llegar nuestra ayuda concreta”.
Por otra parte, el Santo Padre a través de su secretario de estado, monseñor Pietro Parolin, envió un mensaje al presidente de Filipinas, Benigno Aquino III, en el que asegura sentirse “profundamente entristecido por la destrucción y la pérdida de las vidas causadas por este tremendo tifón” y expresaba “su más profunda solidaridad por todos los afectados por la tormenta y sus secuelas”.
El Papa está especialmente cercano a los que lloran la pérdida de sus seres queridos y de los que han perdido sus hogares. “Al orar por todo el pueblo de las Filipinas, el santo padre ofrece su propio estímulo y coraje a las autoridades civiles y al personal de emergencia, para que se ayude a las víctimas de esta tormenta. El Papa invoca las bendiciones divinas de fortaleza y consuelo para la nación Filipina”.
Además, el Santo Padre envió un tuit en inglés: “Les pido a todos que se unan a mí en la oración por las víctimas del tifón Haiyan-Yolanda, especialmente los de las queridas islas de Filipinas”.
También el Santo Padre ha dispuesto enviar 150 mil dólares a Filipinas como primera contribución a las víctimas del tifón Yolanda. Según un comunicado del Vaticano, el Obispo de Roma ordenó al Pontificio Consejo Cor Unum realizar este primer envío, en tanto el dinero será repartido a través de la Iglesia local en los sitios más afectados, con especial dedicación a las obras de asistencia a las víctimas.
Máxima necesidad
El supertifón ‘Haiyan’ -conocido localmente como ‘Yolanda’- sacudió el centro de Filipinas el viernes 8 de noviembre con vientos de hasta 235 km/h, obligando al menos a 4 millones y medio de personas a buscar refugio en albergues de emergencia.
Ha sido una de las más fuertes tormentas que ha azotado el archipiélago en las últimas décadas, dejando tras de sí un camino de destrucción en varias de las islas centrales.
El tifón ha golpeado algunas de las mismas zonas que ya fueron devastadas por el terremoto de 7,3 grados de magnitud registrado el mes pasado en Filipinas.
“Es la tormenta más fuerte y más grande que ha golpeado nunca el país. Ha afectado a una zona ya devastada por un terremoto. Estamos en una situación de máxima necesidad. Es una gran calamidad”, ha señalado Gariguez. Además, ha informado que los tendidos eléctricos, las líneas telefónicas y las antenas de telefonía móvil han quedado destruidos, lo que dificulta seriamente la comunicación con las áreas más golpeadas.
Por otra parte, el padre John King, superior regional del Pontificio Instituto de misiones extranjeras (Pime), señaló que “la mayoría de las zonas afectadas por el tifón están sin electricidad ni agua potable”.
Desde Valencia
El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha enviado una carta a los párrocos de la archidiócesis valentina en la que les invita a “animar” a sus comunidades cristianas y a entidades cercanas a realizar “una colecta extraordinaria en los próximos domingos” para atender a los damnificados por el tifón de Filipinas.
El prelado recuerda que “Cáritas Filipinas ha activado un plan de urgencia para responder ante esta grave emergencia, pidiendo la colaboración a toda la red internacional de Cáritas” y subraya cómo “desde Cáritas Española se ha puesto en marcha un plan de colaboración para ayudar a nuestros hermanos de Filipinas, en el cual participa también Cáritas Diocesana de Valencia”.