Los mayores pudieron volver a participar en el encuentro con la Virgen de los Desamparados. FOTO: V.GUTIÉRREZ

❐ L.B. | 16.06.2022
La catedral de Valencia acogió el tradicional Encuentro de Mayores con la Mare de Déu en el Año Jubilar de la Coronación Canónica, el pasado viernes 10.

La imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados entró por la puerta Románica llevada a hombros por veinticuatro Seguidores de la Virgen. Dentro de la Catedral, los mayores le esperaban con mucha ilusión por retomar estos encuentros anuales. Al verla entrar, la recibieron con aplausos y vítores.

Con mucho cuidado y después de una costosa y delicada maniobra, los seguidores colocaron el anda de la Virgen en el presbiterio mientras se cantaba ‘Al matí, cap al llevant’.

Entre los muchos fieles asistentes, destacaban algunas congregaciones religiosas que habían llevado, no sólo a los mayores acogidos en sus residencias, sino también a las religiosas más mayores.

La eucaristía fue presidida por el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, y concelebrada por once sacerdotes, entre los que se encontraba Luis Sánchez, delegado episcopal para la Pastoral de Enfermos y Mayores.

En su homilía el cardenal destacó que los mayores acudían a esta celebración como peregrinos ante la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados, por el año jubilar del Centenario de la Coronación. De hecho, los participantes pudieron lucrar la indulgencia plenaria.

En su homilía el Cardenal manifestó a los mayores que son “un don de Dios para las generaciones que os siguen”, por lo que “damos gracias por vuestras vidas” y, ante la imagen de María, “le pedimos al Señor que nos enseñe a envejecer reconociendo y dando gracias por todo lo que Dios ha hecho en nuestra vida”, “por cómo nos ha amado”.

Igualmente subrayó que esta edad “es el momento para el silencio”. “Antes andábamos aturdidos por la actividad y las preocupaciones”, pero ahora “lo importante no es hacer sino ser conforme al querer de Dios”, añadió. Y les instó a pedir la verdadera sabiduría “que es continuar haciendo lo que a Él le es grato, a darlo todo por los que vienen detrás”.

En la oración de los fieles se pidió por el movimiento Vida Ascendente y por los mayores y enfermos, así como por los que cuidan de ellos (familiares, profesionales, congregaciones religiosas…). La ofrenda y la colecta la hicieron igualmente los mayores. Algunos de ellos se acercaron al altar en sillas de ruedas portando el pan y el vino, flores y velas.

Terminó la celebración con el Himno de la Coronación. La imagen de la Virgen salió por la puerta de los Hierros y, por la calle Barchilla, llegó a la plaza de la Almoina donde fue subida al ‘maremóvil’ para ser llevada a Sagunto, localidad que visitó el fin de semana.