Los jóvenes acudieron a la vigilia en la Basílica para celebrar a la Inmaculada. (FOTO: JAVIER PEIRÓ)
Está especialmente llena hoy esta noche la Basílica de la Virgen” reconocía satisfecho el cardenal Antonio Cañizares al comienzo de la tradicional vigilia de la Inmaculada. Y es que rebosaba la Basílica de la Virgen de centenares de jóvenes, chicos y chicas llegados de grupos parroquiales, colegios, movimientos, especialmente de Ju­niors MD. Su numeroso coro diocesano se colocó a los pies de la Ba­sílica y brilló con luz propia en sus canciones, interpretando cantos de alabanza a la Virgen en diferentes estilos.
Ante cientos de jóvenes que abarrotaban el templo y que tuvieron que distribuirse sentados en el suelo al quedar ocupados todos los bancos y asientos, el cardenal les dijo que “el mundo necesita de vosotros, necesita testigos de Dios y de su misericordia, como lo fue María, y que sigáis lo que ella nos indicó respecto a su Hijo, `Haced lo que Él os diga´, porque esa breve frase encierra todo el programa de María, nuestra Madre Inmaculada”.
En su catequesis el Cardenal invitó a los jóvenes, a “hacer como María, no tener miedo a decir sí a Dios, porque eso es lo que trae verdaderamente la paz, la alegría y la salvación a todo el mundo”.
“Hagámosle caso y veréis que sois muy felices, muy libres, libres para amar, y caminaréis en la verdad, en contraste con tanta mentira como hay en este mun­do”, añadió Don Antonio.
Y es que “la única noticia que im­porta hoy, que os importa a vosotros más que a nadie, ante tanta noticia que embota la mente, es Cristo” y, por lo tanto, recalcaba el cardenal “os pido que no le tengáis ningún miedo, que no tengáis miedo a anunciarle, que no os dé ‘corte’, porque es lo que cambia a las per­sonas, es el cambio que el mun­do necesita”.
Además apremió a todos los chicos y chicas a “acudir siempre a Jesús, acudir a María, prestadles vuestros anhelos más profundos, los de felicidad, los de vivir felices y con alegría” y resaltó que “no nos pide Jesús nada extraordinario, sencillamente que le escuchemos, porque Él y su Madre sí que os es­cuchan”.
En la vigilia tomaron parte jóvenes llegados de parroquias, colegios y movimientos diocesanos, así como familias y religiosas de diferentes institutos de vida consagrada, mientras que el coro diocesano del movimiento Juniors interpretó cantos de alabanza a la Virgen María.
En la vigilia presidida por el Cardenal, participaron también el obispo auxiliar de Valencia monseñor Esteban Escudero, el delegado diocesano de Pastoral Juvenil, Virgilio González, y el vicario episcopal de Cultura y Relaciones Institucionales, José Luis Sánchez, así como estudiantes y formadores del Seminario de Valencia, de la que la Inmaculada Concepción es patrona.

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