Queridos hermanos y hermanas en el Señor:
Es para mí una alegría grande volver a comunicarme con vosotros, aunque solo sea por carta, para compartir con todos, especialmente con mis hermanos sacerdotes, el gozo de que las diversas Comisiones creadas para reflexionar sobre temas o cuestiones principales de nuestro Sínodo diocesano, convocado para profundizar y fortalecer la renovación de nuestra diócesis -sobre todo, para que, con la ayuda de Dios, sea una Iglesia «evangelizada y evangelizadora»-, entregarán en los próximos días, antes de la Cuaresma, sus aportaciones a la Comisión Central. Esta Comisión elaborará el folleto «instrumento de trabajo», que será remitido a los muchos participantes (sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, personas consagradas en diversos carismas, laicos de las distinta asociaciones y movimientos laicales, o de parroquia, miembros de los distintos Consejos diocesanos del presbiterio, de pastoral, de vida consagrada, de apostolado seglar, foro de laicos, etc), en la fase final, la propiamente sinodal. Como véis por el número de miembros y por la representación o representatividad que supone esta participación, en la diócesis ya se viene trabajando desde hace tiempo en sinodalidad, juntos, como indican los diferentes Consejos diocesanos mencionados o el Colegio de Arciprestes, o los Consejos parroquiales, de arciprestazgos y de Vicarías existentes en buena parte de parroquias, arciprestazgos y Vicarías, así como en las diversas Delegaciones diocesanas.


Me es muy grato comunicaros que nos llega de las distintas Comisiones sinodales el eco de un ambiente de trabajo, de interés, de satisfacción, como una gracia, por colaborar en esta obra diocesana del Sínodo, suscitada a mi entender por el Espíritu Santo que quiere hacer de nuestra diócesis con una vitalidad grande capaz y animada a llevar a cabo la misión que le corresponde para introducir el Evangelio en las venas de los hombres y mujeres de todas las edades que viven en nuestra diócesis y que la forman. Los participantes en estas Comisiones sinodales nos piden que transmitamos a toda la diócesis: parroquias, comunidades, asociaciones y movimientos que se unan a los trabajos sinodales, que participen en ellos, que merece la pena. Y yo también, como Arzobispo vuestro, con mis Obispos Auxiliares y con mi Consejo de Gobierno, os pido a todos encarecidamente que os incorporéis a estos trabajos, que animéis a otros con y desde la responsabilidad que tengáis en la vida pastoral de la Iglesia que peregrina en Valencia, con verdadero ánimo e ilusión, con fuerza y confianza, con esperanza y alegría. Que nadie se sienta fuera, porque es obra de todos, que incumbe a todos, es expresión de la sinodalidad que expresa y manifiesta la identidad de la Iglesia, pueblo Dios que hace un camino juntos hasta la meta, que es de resurrección y de vida, de fraternidad y de familia que vive en común el gozo y la alegría de la fe en Jesucristo, luz que alumbra ese mundo y Palabra de Dios que nos ilumina. Y os subrayo que no dejéis la oración diaria, particularmente en la Eucaristía, por el Sínodo diocesano; ya os hemos enviado modelos para la oración de los fieles; también os recomiendo y os pido que en las parroquias y comunidades dediquéis algún tiempo en la semana a adorar al Santísimo y pedirle por el Sínodo; os lo encomiendo a vosotros encarecidamente, queridos hermanos y amigos sacerdotes, de manera especial y estoy seguro, porque confío en mis hermanos sacerdotes, indispensables colaboradores míos, que lo haréis. Esto también es tomar parte en el Sínodo. Gracias a todos.

Jornada de Vida Consagrada y presentación a la diócesis de Mons. Vicente Juan
Aprovecho esta carta pastoral para invitaros a todos a participar en la Santa Misa, el día 2 de febrero, domingo, a las siete de la tarde, fiesta de la Presentación de Jesús en el templo por María, su Madre, y Día de la Vida Consagrada. Es una buena ocasión para expresar la comunión de todos en la Iglesia y que la Iglesia en Valencia formamos y somos una sinodalidad verdadera que camina juntos, que alaba a Dios juntos, que participa de la misma Eucaristía juntos, que estamos unidos. Ese día, además, se presentará a toda la diócesis en esta Eucaristía al nuevo Obispo Auxiliar, D. Vicente Juan Segura, que iniciará con nosotros una nueva etapa de su ministerio episcopal y tomará posesión de su cargo y servicio en la Iglesia, ahora, en Valencia, dedicado principalmente a la pastoral en las Universidades estatales. Es también otro motivo para invitar a todos a participar en esta Eucaristía y a rezar. Os espero.

Desagravio ante la acción sacrílega
Añado otro asunto. Es conocida la acción sacrílega cometida contra el Santísimo el pasado domingo 26 de enero, en la Capilla del Hospital Clínico. Sea como sea el acto y con los fines que sean, se trata de una acción sacrílega dolorosísima y plenamente reprobable. Por eso, además de otras acciones de reparación y desagravio que puedan organizarse, la diócesis convoca a participar en el acto de desagravio y reparación que tendrá lugar en la Iglesia madre, la Catedral, a continuación de la Eucaristía, del domingo 2 de febrero, que consistirá en la adoración del Santísimo, en torno a 15 minutos. Aprovechamos el momento en que estará reunida la diócesis en la Catedral esa tarde para expresar como iglesia diocesana nuestro rechazo de la acción sacrílega y nuestra fe en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento, que merece toda adoración y gloria.
Al final de esta Carta, os manifiesto mi agradecimiento a todos y os deseo ánimos, fuerza, valentía, coraje y alegría para vivir la fe y la confianza en Dios que ha suscitado todo esto que os comunico, obra buena, que Él que la ha comenzado la llevará a feliz término, que así sea. y no dejéis de invocar a la Santísima Virgen Madre de Dios. Rezad por mí, yo rezo por todos vosotros e incesantemente.


Que Dios os bendiga copiosamente. Cordialmente en el Señor