CAROLA MINGUET |17.01.2020
El Instituto de Bioética de la Universidad Católica de Valencia ha comunicado a través de dos de sus expertos que volver a la ley de plazos de Zapatero para permitir que las menores de 16 y 17 años puedan abortar sin el consentimiento paterno -tal como propone el nuevo Gobierno de coalición formado por PSOE y Unidas Podemos-, “lejos de ser una medida liberadora y promotora de los derechos de la mujer, pone a las adolescentes en una situación de riesgo”.
“Privar a estas jóvenes de la necesidad de contrastar, en momentos de angustia, con personas que pueden ofrecerles alternativas, principalmente sus propios tutores o padres, significa ensanchar la autopista hacia el aborto. No va a contribuir para nada a reducir las cifras, que siguen siendo catas- tróficas y que se incrementaron en 2019”, subraya el director del Máster de Bioética de la UCV, Julio Tudela.
Los estudios “más robustos” científicamente y que se han realizado con las muestras más grandes, según afirma este experto, apuntan a que la práctica del aborto voluntario en adolescentes “provoca secuelas de orden psicológico durante el resto de su vida, más aún, si el aborto se repite”.
Por ello, “las mujeres que han repetido abortos tienen mayores riesgos de sufrir trastornos, y, cuanto antes se practique el aborto, el riesgo es mayor. Por tanto, estas medidas que pueden tener consecuencias nefastas para la mujer habría que evitar realizarlas en fase de adolescencia e inmadurez porque los riesgos se incrementan en estos casos”.
Derechos conculcados
Por su parte, Justo Aznar, director del Observatorio de Bioética de la UCV, apela al hecho de que el posible cambio en la ley del aborto “conculca los derechos de los padres respecto de la educación de sus hijos, separando a los padres de su hija en un momento que puede ser el más difícil de su vida”.
“Se están poniendo las medidas para facilitar el aborto cuando las medidas deberían centrarse en prevenir el embarazo adolescente para que no se llegue a estas situaciones. Hay que fomentar la prevención con ayudas sociales, información y una educación sexual ajena a la actual, que únicamente está enfocada al hedonismo sin ver la profundidad del amor humano. Para evitar los abortos la juventud debe ser educada desde otra perspectiva”, expone Aznar.
Resulta “incorrecto” pensar en lo que hay que hacer solo cuando se ha producido el embarazo no deseado, según asevera el director del Observatorio: “Es una política muy limitada y mal enfocada. Para evitar los robos lo importante no es el castigo o los medios técnicos que se pongan para impedirlo, sino no robar”.
Acompañar a la mujer
El fondo de la cuestión “es de un orden filosófico, antropológico, sociológico y teológico muy profundo”, aduce Aznar; “mucho más que la legislación respecto de abortar a los 16 años con el permiso o no de los padres. Esto amplía el horizonte de lo que significa la proposición de estas leyes en contra de principios muy elementales en la vida familiar y el bien de la sociedad”.
Por todo ello, este experto apuesta por el acompañamiento a la mujer: “En lugar de favorecer la práctica del aborto -que siempre es terminar con la vida de un ser humano, sea la que sea la edad de la mujer embarazada- deben concederse ayudas sociales a estas jóvenes para que no tengan que recurrir a él y después puedan continuar con sus estudios”.