REDACCIÓN | 4-010-2014
El cardenal Cañizares venera a la Mare de Déu. AVAN
El cardenal Antonio Cañizares ha venerado a la Mare de Déu dels Desamparats en la Basílica de la Virgen de los Desamparados, que ha visitado antes de su toma posesión de la archidiócesis de Valencia en la Catedral, para también firmar en el Libro de Oro una dedicatoria y regalar a la patrona de Valencia la cruz pectoral del día en el que fue creado Cardenal por el Papa Benedicto XVI.
El Cardenal, el Nuncio Apostólico de Su Santidad en España, monseñor Renzo Fratini, y el Administrador Apostólico de la archidiócesis de Valencia, monseñor Carlos Osoro, han salido del Palacio Arzobispal hacia la Basílica de la Virgen cerrando la procesión en la que participaron los cinco cardenales, 14 arzobispos y 34 obispos concelebrantes, el Colegio de Consultores, el Consejo Episcopal y sacerdotes de la diócesis.
A su llegada a la Basílica, el cardenal Cañizares ha sido recibido en la puerta por el rector, Juan Bautista Antón, y los capellanes del templo mariano, y ha venerado durante unos minutos la imagen de la Mare de Déu ante su altar mientras la Escolanía de la Virgen de los Desamparados interpretaba un “Ave María” a tres voces.
Dedicatoria y firma en el Libro de Oro de la Basílica
Posteriormente, el arzobispo electo de Valencia ha firmado en el Libro de Oro de la Basílica la siguiente dedicatoria, que leyó a los presentes:
“Santa María, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Madre nuestra, que nos fuiste dada por madre junto a la Cruz de tu Hijo, Jesús, en el mayor de los desamparos, siempre Virgen, Madre de los Desamparados, ayúdanos, acompáñanos, ampara de una manera especial a esta porción del pueblo de Dios, nuestro sólo y único Señor, que está en Valencia y que se me ha confiado por puro don de la gracia y la misericordia divina, que tú, queridísima Madre, has proclamado y cantado como nadie; vengo ante ti, y vendré siempre para confiarme a ti y a mi entrañable diócesis. Ayúdame a servir al Señor, y que como Él y como Tú, Madre querida, cuide, atienda, sirva a los desamparados, a los pobres, débiles y necesitados de amor y misericordia. Quiero ser en medio de mi pueblo siervo, esclavo del Señor, siendo siervo y esclavo tuyo, la fiel esclava del Señor, para con tu ayuda ser siervo de todos, que es lo que le agrada a Dios, con predilección por los pobres; ayúdame a que, como Santo Tomás de Villanueva, sea obispo, padre, pastor y hermano de los pobres, de los últimos; consigue de tu Hijo amado, Jesús, la sabiduría de la Cruz para anunciar y entregar el Evangelio de la alegría, el del amor sin límites de Dios que nos ama hasta el extremo. En sus manos, de Madre, me pongo. En ti confío, Madre María. Antonio, Cardenal Cañizares”.
Tras recibir un prolongado aplauso de los fieles asistentes al acto, la Escolanía ha comenzado a entonar el Himno de la Coronación y el Cardenal ha subido al camarín de la Virgen de los Desamparados para besar la mano de la patrona de Valencia y entregarle, dejándola a sus pies, la cruz pectoral que llevaba el 24 de marzo de 2006, día en el que fue creado Cardenal en el primer consistorio convocado por el papa Benedicto XVI.
Al finalizar la visita a la Basílica, la comitiva de concelebrantes ha abandonado el templo en procesión, que ha cerrado, de nuevo, el Arzobispo electo, el Nuncio y el Administrador Apostólico, por la calle del Miguelete hacia la Puerta de los Hierros de la Catedral, donde se ha celebrado la toma de posesión del Cardenal Cañizares como Arzobispo de Valencia.

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