E.ALCAYDE | 13-07-2018
Animar, dinamizar y reavivar la vida en las parroquias es el principal objetivo de las Células Parroquiales de Evangelización, un nuevo sistema pionero que ha surgido en la parroquia Nuestra Señora de Loreto de Xàbia y que se está extendiendo a otras diócesis españolas.
No se trata de un nuevo movimiento, ni de un grupo de oración o formación religiosa. Las células son pequeños grupos de personas dentro de las parroquias que crecen y se multiplican naturalmente y dinamizan a la comunidad parroquial para hacerla más misionera.
Desde la parroquia de Xàbia, las Células de Evangelización se están implantando en Gata de Gorgos y en el Grao de Gandía. También hay algunas parroquias de Valencia interesadas y se están extendiendo por Navarra, Sevilla, Madrid, Orihuela, Cuenca y Cádiz, entre otros lugares.
Adoración, un pilar fundamental
El primer paso para establecer una célula en una parroquia es crear una capilla de adoración eucarística abierta al público, con grupos de adoradores, para rezar por la evangelización. “No es necesario que sea permanente, con unas horas al día basta. Se trata de poner a Jesús en el centro y cambiar la mentalidad pastoral de la parroquia”, asegura Raúl Marzal, responsable de la célula de jóvenes en Xàbia.
Raúl , que también es monitor de Juniors, explica que “el laico debe tomar conciencia de su misión en la Iglesia, porque la evangelización no es solo cosa de los sacerdotes. Las células sirven para que los fieles no se acomoden, hay veces que las parroquias parecen empresas de servicios”.
Una vez que la adoración va trasformando el ánimo de la parroquia, se forma la primera célula, un pequeño grupo de personas que se convertirán en los líderes de las siguientes células. Raúl asegura que no se necesitan requisitos especiales para formar parte de una célula, solo tener una vida de fe y ganas de servir. “Dios no necesita a gente perfecta, sino a gente dispuesta”, subraya el joven.
Resultados a la vista
La parroquia de Xàbia ha tardado unos 3 años en implementar el sistema de las Células de Evangelización, pero, como indica el párroco, Fernando Mañó, actualmente hay 7 células en las que están implicadas alrededor de 65 personas de la parroquia.
Tanto el sacerdote como el responsable aseguran que es un proceso lento, pero el cambio en la comunidad es evidente. “El compromiso es lo que está cambiando a la gente. Ahora hay más alegría y más calidez, somos una parroquia más acogedora y la gente se saluda cuando coinciden en las misas”, señala Raúl Marzal.
Las células son un proceso de discipulado, un sistema para formar evangelizadores, a la luz de la ‘Evangelii gaudium’, la alegría del Evangelio, que pidió el papa Francisco en su primera exhortación apostólica.
“Hay gente que, aunque va a misa, no se ha encontrado todavía con Jesús, no ha tenido un primer anuncio y cuando lo experimenta siente una explosión tan grande que tiene que comunicarlo a los demás, la persona necesita dar lo que está recibiendo. Cuando esta alegría se contagia, se agita la vida de la parroquia”, explica.
Los encuentros de las células se realizan cada dos semanas en casas particulares, como las primeras comunidades cristianas. Tienen una duración de hora y media y cuentan con momentos de silencio y de alabanza espontáneas.
“También hay tiempo para compartir con los demás respondiendo las preguntas qué ha hecho Dios por mí y qué he hecho yo por Dios”, destaca Raúl Marzal que explica que la célula no es un objetivo final, sino un medio para descubrir a Dios y participar en la vida y misión de la parroquia.
Primer encuentro nacional en Xàbia
Como pionera de este nuevo sistema de evangelización en España, la parroquia Nuestra Señora de Loreto, de Xàbia, acogió en marzo el I Encuentro Nacional de las Células de Evangelización de España.
Allí se presentó al organismo internacional y al equipo de promoción de España, así como el logotipo oficial de las células, su estructura y funcionamiento.
En el encuentro participaron los miembros de las tres parroquias que están actualmente dentro de este sistema (Xàbia, Gata de Gorgos y Gao de Gandía). Y se contó con la asistencia del fundador, el sacerdote italiano Piergiorgio Perini, párroco de San Eustorgio en Milán, quien en el año 1987 introdujo en Italia el método pastoral que había conocido en la parroquia de San Boniface, en Pembroke Pines, Miami.
La sede central de esta iniciativa está ubicada en Milán y actualmente está presente en 20 países. El 12 de abril de 2015 se produjo la aprobación por parte de la Santa Sede, de los estatutos del Sistema de Células Parroquiales de Evangelización (SCPE). La aprobación se hizo pública en audiencia del Papa Francisco, el 5 de septiembre de 2015 en el aula Pablo VI, ante numerosos miembros de células de todo el mundo, en lo que fue el primer Encuentro Mundial de Células.
Más información: www.celulasevangelizacion.org