L.B. | 25-10-2018
Colegios y parroquias de la diócesis preparan celebraciones festivas para conmemorar a Todos los Santos. En los últimos años se ha ido consolidando la iniciativa de celebrar ‘Holywins’, una alternativa cristiana a ‘Halloween’, en la que a través de juegos, música y diversión, pero también con oración, catequesis y adoración, los niños puedan celebrar esta fiesta con todo su sentido.
En ‘Holywins’ se invita a los niños a que vayan disfrazados, de santos, de modo sencillo y alegre. Además, se les imparten catequesis sobre la santidad y las vidas de santos.
Otros colegios y centros celebran la fiesta de Todos los Santos simplemente como la fiesta cristiana que es. Este es el caso del colegio Madre Sacramento-Fasta, de Torrent. Allí cada clase trabajará la fiesta poniendo a algunos santos como ejemplo de que todos pueden alcanzar la santidad. Las familias de alumnos están invitadas a participar.
Por encontrarnos en el Año Santo Vicentino, en esta ocasión se pondrá el acento en la figura de san Vicente Ferrer, que será presentado a los niños en cuatro aspectos: su predicación, hombre de paz, sus milagros y la acción social.
Un cuadro de san Vicente Ferrer para la capilla del Cementerio
Con motivo de la conmemoración de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, el Cementerio General de Valencia acogerá la celebración de misas a las 10, 11, 12, 13 y 16 horas, los días 1 y 2 de noviembre.
El día 1, el Cardenal oficiará la misa de 13 h. por los sacerdotes fallecidos en el último año. A continuación se rezará un responso ante el panteón de los sacerdotes y ante el de los canónigos de la Catedral.
El día 2, en la misa de 16 h. y por celebrarse los 600 años de la muerte de san Vicente Ferrer, se bendecirá un cuadro del santo dominico que, posteriormente, será colocado en la capilla del Cementerio. En el acto participarán todas las asociaciones vicentinas y la honorable clavariesa, Mª Jesús Moll, hará una ofrenda de flores ante el lienzo, obra de Fina Marín.
Cuestionario elaborado por la delegación episcopal de Liturgia, ante las solemnidades de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos
¿Cómo puedo prepararme para la muerte?
Ante todo, viviendo la vida desde el evangelio, amando a Dios y al prójimo como Cristo nos enseña. Cercano el momento del fin de la vida, conviene recibir el sacramento de la penitencia, la unción de enfermos y, si es posible, la sagrada comunión.
¿Qué es la Unción de Enfermos?
La Unción de Enfermos es el sacramento instituido por Cristo para acompañar con la gracia de Dios a los enfermos y moribundos. Es un sacramento de vivos y, por tanto, debe recibirse en vida. Con este don espiritual Dios regala al enfermo la fortaleza necesaria para mantener la fe en medio de la enfermedad y la salud del alma. También, si Dios lo considera conveniente para la salvación del enfermo, da alivio y salud corporal el enfermo.
¿Cuándo se recibe?
La Unción se debe recibir en caso de enfermedad grave o antes de afrontar una intervención quirúrgica si es consecuencia de una dolencia importante o suponga riesgo para la propia vida. También pueden recibirla las personas de edad avanzada si el peso de los años les dificulta la vida de la fe.
¿Cómo me preparo para la Unción?
La mejor preparación es recibir el sacramento de la Penitencia que dispone el alma para acoger más plenamente la gracia de Dios.
¿Cuántas veces la puedo recibir?
La Unción se recibe ante la enfermedad grave y puede volver a recibirse en más ocasiones cuando la gravedad del mal se acentúa. En algunas parroquias se celebra de forma comunitaria para los mayores de la comunidad que, en este caso, la reciben la cada año.
¿Qué es el viático?
El viático es el nombre de la última comunión del enfermo antes de su fallecimiento. Recibe este nombre porque Cristo mismo se convierte en el alimento para el camino (vía) hacia la vida eterna.
¿Qué hay que hacer cuando alguien muere?
Cuando se produce una defunción, bien en casa o bien en el hospital, conviene llamar al párroco o al capellán del centro hospitalario, de manera que pueda acercarse al lugar y tener una oración en casa del difunto. Por supuesto, se debe llamar también al médico para que certifique la defunción y a la funeraria o la aseguradora para que pongan en marcha los trámites para el funeral y el entierro.
¿Qué es un responso fúnebre?
Es una breve oración, dirigida por un sacerdote o un laico, en la que se reza por el descanso eterno de un difunto. Suele realizarse en casa del difunto o en el tanatorio.
¿Es mejor el velatorio en casa o en el tanatorio?
El velatorio es el momento de acompañar al difunto desde que fallece hasta que es trasladado a la iglesia para las exequias. Según la costumbre, suele ser un tiempo de oración y de memoria por el fallecido. Hoy en día, en los que la mayoría de gente vive en edificios, en pisos no excesivamente grandes, parece difícil poder disponer de un espacio para poder velar al difunto y recibir a la gente que viene a visitar a la familia. Por eso, en las ciudades es más habitual recurrir a los servicios de un tanatorio y en los pueblos se sigue velando a los difuntos en las casas.
¿Qué es un funeral?
Un funeral es una celebración, normalmente una Misa, en la que se reza por el eterno descanso de un difunto.
¿Hay distintos tipos de funerales?
Existen, básicamente, dos tipos de funerales. En primer lugar, el funeral ‘de cuerpo presente’, es decir, aquel que se celebra con el féretro del difunto antes de proceder a su entierro. Además, existen las misas funeral, aquellas que se ofrecen por un difunto o varios de ellos, una vez que ya han sido enterrados. Este segundo tipo de funerales suele celebrarse con ocasión del aniversario del fallecimiento.
¿Qué es la misa de exequias?
La misa exequial es aquélla celebrada con la presencia del cuerpo del difunto en la que se realizan una serie de ritos y plegarias propias pidiendo a Dios el descanso eterno del difunto.
La cremación o incineración, ¿está admitida por la Iglesia?
La Iglesia admite la incineración siempre que se den dos condiciones: en primer lugar, que no se realice contrariando la fe católica sobre la resurrección de los muertos y, en segundo lugar, que se depositen las cenizas en un cementerio, en un lugar digno.
¿Dónde conservar las cenizas?
La Iglesia permite la cremación siempre que las cenizas descansen en un cementerio o columbario. Debe excluirse siempre el conservar las cenizas en las mismas casas y, mucho menos, esparcirlas en cualquier lugar.

¿Se pueden conservar las cenizas de la incineración en un nicho normal del cementerio?

La Iglesia pide que, una vez incinerado el cuerpo del difunto sus cenizas se depositen con reverencia en un lugar sagrado, bien el cementerio, en un nicho normal o en uno más pequeño preparado para las cenizas, o en un columbario, como los que tienen algunas parroquias para depositar las cenizas.
¿Cómo debe ser un entierro cristiano?
Debe ser, ante todo, una celebración de la fe en Cristo resucitado. El entierro cristiano no es un homenaje al difunto, sino una manifestación de nuestra fe en la resurrección de Cristo que es causa y fundamento de la resurrección de los difuntos. Por eso, en la misa exequial, se da gracias a Dios por la vida resucitada de Jesús y se pide a Dios que los méritos de la pasión de Cristo sean salvación para quien ha fallecido.
¿Cuántos días pueden pasar entre la muerte y el entierro?
Esto depende de la costumbre de casa país. En los países anglosajones, entre la muerte y el entierro pasan varios días. Entre nosotros, lo normal es enterrar al difunto no antes de las 24 ni después de las 48 horas de su fallecimiento.
¿Para qué se ofrecen misas por los difuntos?
Es una costumbre antiquísima en la Iglesia ofrecer la misa en sufragio por los difuntos. Estas celebraciones nos ayudan en tres aspectos: nos recuerdan la fe en la resurrección de los muertos, nos ayudan a guardar memoria agradecida por nuestros difuntos e invocan la misericordia de Dios sobre la persona fallecida para que llegue a la meta del camino que es la vida eterna en el Reino de Cristo.
¿Hay distintos tipos?
En todas las misas se reza por todos los difuntos. Además, algunos fieles, como forma de agradecimiento, memoria y plegaria por sus difuntos, piden que se les nombre específicamente. Estas intenciones se anuncian al principio de la celebración, en la oración de los fieles o en la plegaria eucarística.
¿Se pagan?
Las misas no se pagan. Sin embargo, es costumbre ofrecer una cantidad denominada estipendio, que es un donativo para el sustento del clero y las necesidades de la parroquia.
¿Qué son las misas de aniversario?
Son las misas por los difuntos que se ofrecen con motivo del día mismo en que falleció.
¿Qué diferencia hay entre el día de todos los santos y el de los fieles difuntos?
Mucha, puesto que son celebraciones muy distintas. El día de Todos los Santos recordamos y pedimos la intercesión de todos aquellos que han vivido la vida cristiana de tal manera que han merecido vivir con Dios para siempre. El día de los fieles difuntos pedimos a Dios por aquellos que todavía se encuentran en camino hacia la vida del Reino, para que su meta sea cada vez más cercana.