BELÉN NAVA | 15.12.22
Uno de los momentos más intensos de la jornada de toma de posesión se vivió en la Basílica de la Mare de Déu dels Desamparats. Allí, monseñor Enrique Benavent tras ser recibido en la puerta por el rector, Melchor Seguí, y los capellanes del templo mariano, entró a la Basílica, donde veneró durante unos minutos la imagen de la Virgen ante su altar, con el compañamiento de la Escolanía de la Virgen de los Desamparados.
Posteriormente el Arzobispo electo escribía, en valenciano, su dedicatoria en el Libro de Oro asegurando que comienza su ministerio como arzobispo de Valencia “als teus peus” dirigiéndose a la Virgen de los Desamparados.
En la dedicatoria, que se leyó públicamente, también pidió a la Virgen que mire “amb els vostres ulls misericordiosos este poble que vos estima. Que la seua fe i l’amor al vostre Fill siguen cada dia més forts”. Tras la lectura los arzobispos y obispos, así como los sacerdotes y fieles presentes respondieron con una fuerte ovación a las palabras de monseñor Benavent. El momento más emotivo se vivió cuando la Escolanía de la Virgen, dirigida por Luis Garrido, comenzó a entonar la Salve y el Arzobispo electo subió al camarín de la Virgen de los Desamparados para besar la mano de la patrona de Valencia.
De nuevo ante el altar, acompañado por el Nuncio del Papa, el Administrador Apostólico de la Diócesis de Valencia, y los Cardenales concelebrantes, junto con el rector de la Basílica, y todos los Arzobispos, Obispos y sacerdotes que participaron en el acto, monseñor Benavent, con lágrimas en los ojos, y el resto de la comitiva y fieles presentes, cantaron todos juntos el Himno de la Coronación.
A su salida de la Basílica, monseñor Benavent fue recibido, de nuevo, con aplausos por los fieles que quisieron sumarse a la celebración y que también acompañaron la procesión con toda la comitiva de sacerdotes hasta la Catedral.