El Papa reza por las víctimas sirias.
El papa Francisco ha manifestado que lloró por los cristianos crucificados hace unos días en Siria por parte de extremistas musulmanes, y lamentó que todavía haya gente “que en nombre de Dios, mata, persigue”. El Santo Padre pronunció esas palabras durante su homilía en la misa celebrada en Casa Santa Marta el pasado día 2.
“Yo lloré cuando vi en los media” la noticia de “cristianos crucificados en cierto país no cristiano. También hoy hay gente así, que en nombre de Dios, mata, persigue”, dijo el Papa, e indicó que así como los apóstoles, hoy también se ven a tantos fieles que se sienten “dichosos por haber sido juzgados dignos de padecer ultrajes por el nombre de Jesús”.
Hace unos días, Radio Vaticana publicó las declaraciones de la hermana Raghida, que había estado en Siria y que denunció crucifixiones de cristianos en pueblos ocupados por extremistas musulmanes.
En la ciudad siria de Malula “crucificaron -según el relado de la hermana Raghida- a dos jóvenes porque no quisieron pronunciar la ‘shahada’ [profesión de fe islámica]. Les amenazaron: ‘Entonces quieren morir como su amo, en el que creen. Tienen dos opciones: recitan la ‘shahada’ o serán crucificados’”, expuso sor Raghida, que dirigía la escuela del Patriarcado Greco-Católico en Damasco y que se ha trasladado a Francia.
En las ciudades o pueblos que son ocupados por “elementos extremistas armados”, en concreto grupos radicales musulmanes vinculados a Al Qaeda, “dan a elegir a los cristianos entre unirse a su fe o la muerte. Algunas veces, piden también un rescate”, dijo también la monja en Radio Vaticano.
La persecución que padecen los cristianos alcanza un grado de violencia brutal: “Algunos sufren el martirio de una forma extremadamente inhumana, con una terrible violencia que no tiene nombre”, explicó la religiosa. Además de crucifixiones, se están también arrebatando bebés del seno de sus madres. Y las cabezas de muchos chicos llegan incluso a ser usadas para jugar al fútbol. Algunas fuentes apuntan que dos tercios de los cristianos han abandonado Siria desde que empezó la guerra.
Sor Raghida ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional y ha invitado a “repensar los derechos humanos y la dignidad del hombre”.