María José Fraile | 29-10-2013
Desde el pasado domingo, un gran mural de 10 metros de longitud preside el presbiterio de la parroquia de Jesús Obrero de Puerto de Sagunto que fue bendecido por monseñor Carlos Osoro en una ceremonia “muy participativa” por todos los fieles de la parroquia y en la que “disfrutamos mucho” explica el párroco Engracio Bataller. Y es que el pasado domingo era “un día que estábamos esperando hace mucho tiempo desde que en 2010 se consagrara nuestro templo”.
La misa de acción de gracias, en la que “todos los grupos parroquiales “se esforzaron mucho” en su preparación, estuvo acompañada por los dos coros parroquiales, “el de órgano y el de guitarras, entre los que se repartieron las canciones”.
Una obra única
La obra, “única en la diócesis”, precisa don Engracio que ha sido realizada durante los últimos tres años por la religiosa alcoyana Lirios Doménech, de la fraternidad misionera Verbum Dei, y licenciada en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia. Representa la aparición de Jesús resucitado a los discípulos en el Lago Tiberíades, pero adaptando la iconografía al mar Mediterráneo y en concreto, por la playa del Puerto de Sagunto con su Alto Horno al fondo. El mural , “tan cercano a nosotros por su iconografía ofrece numerosas interpretaciones pastorales”, explica el párroco.
En el centro del mural figura Jesucristo que “a modo de foco ilumina a todo aquel que se le acerca” y a los pies de Jesucristo aparecen los 5 panes y 2 los peces del milagro de la multiplicación como símbolo de la Eucaristía, describe don Engracio que precisa que el mural está siendo financiado por la feligresía.
Se trata de un óleo sobre lienzo de 10 metros de longitud y 7 de altura dividido en 15 piezas y colocadas con un espacio de tres centímetros entre cada una de ellas, y muestra también a los discípulos interpretados como personas de diferente raza, sexo, edad y condición, “mostrando así la universalidad de la Iglesia y su misión apostólica”, ha precisado el párroco.
El acto, presidido por el prelado de Valencia, fue concelebrado por el párroco, así como por el vicario episcopal, José María Taberner; el arcipreste, Jaime Pellicer, así como numerosos sacerdotes de la diócesis, seminaritas y la religiosa Lirios Doménech junto a parte de la comunidad misionera del Verbum Dei de Siete Aguas a la que pertenece.