EVA ALCAYDE | 07-01-2016
Los días para los jóvenes participantes en el Encuentro de Taizé en Valencia comenzaban pronto, casi al amanecer cuando apenas había despuntado el sol.
Tras compartir el desayuno con sus familias de acogida y otros jóvenes que pudieran estar alojados en la misma casa, los jóvenes se dirigían a sus parroquias de acogida para compartir el primer encuentro del día, la oración de la mañana.
 

Lea la crónica íntegra del encuentro, así como resumen de los talleres y testimonios de los participantes en la edición impresa de PARAULA