L.B. | 15-03-2012

El Arzobispo, junto a los formadores del Seminario, padres y seminaristas. (Fotografía: Javier Peiró)


El Seminario Mayor de Moncada acogió la celebración del ‘Día de los padres’, en una jornada que congregó a cerca de 112 personas entre seminaristas, padres y formadores.
El encuentro, que tuvo lugar el pasado domingo, fue presidido por el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, quien expuso a los padres de los jóvenes los retos en la vida de un sacerdote hoy, y les explicó cuál será la tarea de sus hijos una vez ordenados. Posteriormente, se entabló un diálogo distendido entre los padres y el prelado, en el que aquéllos manifestaron su agradecimiento a don Carlos y al seminario “por la cercanía y el cuidado de los seminaristas”, según manifiesta Fernando Ramón, rector del seminario.
Junto a los agradecimientos, también algunos padres manifestaron sus inquietudes y plantearon preguntas sobre aspectos concretos. Así, hubo quien quiso saber qué pueden hacer los padres por los sacerdotes, cómo pueden ayudar en la tarea de los sacerdotes, de sus hijos, el día de mañana.
Asimismo hubo quien preguntó qué pueden hacer ellos y, en general los laicos, para “llenar las habitaciones que están vacías en el seminario”. Ante esta pregunta, el Arzobispo no dudó en señalar que “los seminarista sólo surgen en comunidades cristianas vivas, en parroquias vivas”, por eso, lo que podemos hacer es “avivar la fe, convertirnos y ser santos. Si somos santos, los seminarios se llenan”, destacó monseñor Osoro.
A continuación, don Carlos presidió la eucaristía en la capilla de la Inmaculada. Los padres de los seminaristas participaron muy activamente proclamando las lecturas y leyendo las peticiones.
Por la tarde, tras compartir una comida de fraternidad, los familiares visitaron las instalaciones del centro de formación, pasearon con sus hijos y hablaron con los formadores. También don Carlos departió personalmente con cada una de las familias.
El rector del seminario valora muy positivamente esta jornada de convivencia porque “favorece la relación cordial y de confianza entre los formadores, los seminaristas y sus familias”. Y destaca que “fue muy enriquecedor el diálogo de los padres con el Arzobispo”.
También los padres manifestaron su satisfacción por el encuentro, que ven muy positivo porque “les ayuda a conocerse”. “Hasta los padres que están menos implicados en la vida eclesial nos agradecieron la oportunidad de pasar un día en el seminario y destacaron la cercanía de don Carlos y el trato que les habíamos dispensado, ya que, según manifestaron, se habían sentido acogidos con los brazos abiertos”, explica el rector, quien añade que “hasta los padres de los seminaristas del último curso expresaron su tristeza porque no podrán vivir otro año este día de los padres”.